Así fue el «tercer round» presidencial de Clinton y Trump

Hillary Clinton y Donald Trump, candidatos a la Casa Blanca, se enfrentaron en el tercer y último debate presidencial en Las Vegas, Estados Unidos, con miras a los comicios del 8 de noviembre.

Este debate, el tercero entre Hillary Clinton y Donald Trump, fue la última oportunidad para presentar sus ideas y propuestas ante millones y millones de telespectadores en la recta final de la liza presidencial.

Según los analistas, el magnate perdió una oportunidad estelar para inyectarse un impulso en el último debate de la campaña presidencial estadounidense contra Hillary Clinton, causando consternación general este jueves por su amenaza de rechazar el resultado electoral del 8 de noviembre.

Clinton de su lado sobrevivió a los ataques del magnate y avanzaba, con su ventaja en las encuestas garantizada, unos pasos más hacia la Casa Blanca.

En Las Vegas, los dos rivales se batieron por hora y media en un tenso duelo, ubicándose en los opuestos del espectro político en todos los asuntos, desde la Corte Suprema a las armas, pasando por el aborto, Rusia, la economía, los impuestos, la política exterior y la inmigración.

Trump empezó el tercer debate enderezando los tropiezos de sus dos primeros encuentros. Su confirmación a la base conservadora sobre su posición acerca del aborto, las armas y la inmigración no le ayudará a atraer nuevos votantes, pero su disciplina daba señales de una mejor preparación.

Pero esos esfuerzos se fueron por la borda al mostrarse renuente a comprometerse a reconocer el resultado de la elección presidencial, en contradicción incluso con su compañero de fórmula Mike Pence.

«Veré eso en el momento oportuno», dijo Trump, deseoso de mantener el «suspenso» a riesgo de levantar dudas sobre la legitimidad del proceso electoral estadounidense. Ya en julio de 2015 se había negado a comprometer su apoyo al eventual ganador de las primarias republicanas.

Aunque autoridades y expertos dudan de la posibilidad de un fraude masivo de votos en el descentralizado sistema electoral estadounidense, Trump observa un «sistema manipulado por los donantes» de Clinton, a quien tacha como una política corrupta y deshonesta.

«Es perturbador», respondió inmediatamente Clinton. «Está denigrando y rebajando nuestra democracia», afirmó la exsecretaria de Estado de 68 años.

Tomado de El Comercio