Relato | Una artista que se queda en el corazón de los salvadoreños

Por: Xiomara Galina | Colaboradora El Metropolitano Digital

Escuchar la voz de Isis Gallardo  en la grabación de la última entrevista que brindó a radio Sonora, me trasladó al día en que la conocí. Vestía un blusón celeste y cómodas sandalias. Entró a la cabina de radio Sonora con una radiante sonrisa y sin reservas compartió su vida durante el programa “Buenos días”.

Con sus manos acarició una y otra vez su vientre; sin perder en ningún momento la sonrisa, la voz líder de “Los Cocodrilos” contó que pese a las vicisitudes; su vida estuvo marcada por la música.

Isis visitó la cabina el pasado 9 de septiembre, días después su esposo y manager informó sobre un inesperado diagnóstico: Isis sufrió un accidente cerebrovascular.

Durante la entrevista, Isis aseguró que desde pequeña fue inquieta. “Nunca pasó por mi mente que el destino me llevara a matar el gusano”, expresó entre risas, refiriéndose a la popular canción que la catapulto en el mundo artístico.

Despolvando sus recuerdos, entre risa y risa la artista no dejó de acariciar su vientre con la natural ilusión de quien espera a su primer hijo.

“Tuve una infancia sola porque mi mami estaba trabajando en la fábrica, mi papá se desvelaba porque cantaba, él pasaba el resto del día dormido. Realmente yo me crie con el cariño de la señora de la tienda que me echaba el ojito que era mi vecina. Siempre con su hija hemos sido amigas desde pequeña. Me crie así porque a veces no alcanzaba para  tener una empleada. Teníamos un palo de mango y en ese palo están mis mejores recuerdos porque yo jugaba mucho en el techo de la casa, jugaba que daba las noticias”, dijo.

Fueron muchos los detalles que compartió en esa cabina de radio… muchos que llamaban la atención principalmente por la forma amena y jocosa de su conversación.
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“Mi mami me llevaba a ver a mi papá y recuerdo que cantaba la canción “Suavecito” de Laura León, tenía como siente años aquella mumuja, siempre con la canilla seclilla, siempre cantando. Las licras que me socaban al revés pero yo cantaba y le llama la atención a la gente, a los clientes de mi papá quien trabajaba en el restaurante. Cobrábamos 10 colones la canción en aquel momento. De repente me portaba mal y mi mamaba me castigaba mandándome a cantar. Ese castigo se convirtió en mi profesión, desvelándome desde los 15 años”, relató.

La artista contó que la oportunidad de lanzarse al mundo de la música nacional llegó en una de la agrupaciones que nunca considero pero que tiempo después acepto el reto.

“Yo no hablaba al micrófono, me daba vergüenza porque yo decía mi voz es ronca, mi hermano siempre me hacía burla, era como un niño según él. Aprendí con el tiempo y la gente me considera como una de las animadoras más honestas porque les hablo como nosotros hablamos”, dijo al referirse a sus inicios en la música profesionalmente.

Las puertas para alcanzar el éxito de la joven mujer de 33 años de edad llegaron con Los Cocodrilos, grupo con el que grabó canciones como “Como se mata el gusano”.

Su belleza, su talento fue admirada pero también codiciada por aquellos que vieron en ella la oportunidad de confundirla con una mujer de la calle, dijo en aquel momento.

“Generalizan de tal forma, obviamente te ofrecerte dinero. A mi llegaron a ofrecerme cantidades de dinero que yo en mi vida había tenido, íbamos a lugares mexicanos que los hombres nos ofrecían dinero por pasar una noche y desde que vas a cantar a un antro ya estas condenadas a este tipo de cosas, aprendes a cuidarte sola” detalló.

Después de cantar, para Isis las oportunidades vinieron acompañadas de otras responsabilidades al tomar la conducción de la agrupación, nuevas tareas que aseguro no fueron fáciles, mismas que la llenaron de satisfacción al permitirle desarrollarse no solo como artista, sino como mujer y profesional.

En la vida sentimental, pese a tantos éxitos, tampoco lograba consolidar lo que toda mujer busca hasta que por fin el amor llego y toco sus puertas.

“Encontré quien respetara mi carrera y no es fácil, nos conocimos en la agrupación, él es mi manager, pero había sido difícil para mí porque todo mundo me quería sacar de eso. Hacían como que estaban viviendo mi carrera los primeros meses tranquilamente, pero rápidamente estaba la propuesta de salite de eso y ya era como despectiva ver mi carrera porque yo si vivo la música, porque a mí me encanta que la gente baile cuando yo canto, que se diviertan. A mí no hubo dinero, apartamento, carro, nada que me apantallara para poderme sacar de esto, y fue así que conocí a mi actual pareja pero fue difícil”, recordó.

La historia de Isis quedará para el grato recuerdo de las personas que la quisieron, que la admiraron y que bailaron con ella.

Descansa en paz, Isis.