En una entrevista conjunta con el presidente Barack Obama para la revista People, la primera dama opinó por primera vez sobre la victoria electoral de Donald Trump.
Mientras muchos estadounidenses esperaban, hasta altas horas de la madrugada, los resultados de las elecciones presidenciales, la primera dama Michelle Obama dijo que no era uno de ellos. En su lugar, estaba profundamente dormida en su cama de la Casa Blanca.
La primera dama fue una de las personalidades más poderosas que apoyó a la candidata demócrata Hillary Clinton en la campaña electoral, donde pronunció apasionados discursos sobre los peligros de elegir a Trump, teniendo cuidado de no mencionarlo por su nombre.
A pesar de que Michelle Obama sigue repudiando las propuestas de Trump, ella, al igual que su esposo, se declaró dispuesta a ayudar al presidente electo en su transición a la Casa Blanca.
