Milton Flores: “Le tenía pánico a la fotografía, no podía ni agarrar una cámara”

Fotos cortesía Milton Flores

Por Santiago Leiva

Con Milton Flores el protocolo no entra en la cancha, se queda calentando banquillo. Su irreverencia con cámara en manos, ha sacado de sus casillas a más de uno, pero ha dibujado sonrisas en los rostros de los editores, y los salvadoreños hemos disfrutado y admirado sus postales. Si el fútbol tiene al “Loco” Abreu y al “Loco” Bielsa, el periodismo salvadoreño tiene al “Loco” Milton. ¿Locos?, quizá, pero es a través de sus locuras que han logrado escribir sus nombres con letra mayúscula en sus profesiones. Milton ha tocado y roto el techo en el fotoperiodismo nacional.

Durante su trayectoria que está próxima a cumplir 24 años ha cubierto Mundiales de Fútbol, de Atletismo, la Liga de España, Juegos Panamericanos y una serie de eventos de peso nacional e internacional. Algunos de los hechos más relevantes de El Salvador han quedado registrados gracias a su lente. Él no siempre fue amigo de las cámaras, en sus inicios confiesa que les tenía pánico, incluso llegó a la fotografía por accidente pues le huía a las matemáticas y eso le llevó a las comunicaciones.

Milton se autodefine como un “fotoperiodista de choque” y por ello detesta el trabajo de escritorio, pero por ahora pasa más tiempo frente a una computadora editando fotos deportivas. Siempre se escapa para tomar fotos de partidos de fútbol, pero su misión principal  en el grupo LPG es editar fotos para la sección deportiva.  Milton llegó a la LPG en 1998, sus inicios en el periodismo fueron en el Diario de Hoy donde laboró durante cuatro años.

De Milton, de la historia de cada una de sus fotos se puede escribir un libro, pero en esta ocasión me regaló 40 minutos. 40 minutos, en los que fiel a su estilo, nos sentamos sobre la acera en un parqueo del centro capitalino, se fumó dos cigarros y tras soltar los nervios resumió su vida y su matrimonio con la cámara. El osado e irreverente Milton Flores es nuestro personaje de esta semana, y acá les dejo dos píldoras soltadas por él para los recién inaugurados en el campo del fotoperiodismo.

“El mayor reto de un fotógrafo es hacer una buena foto donde no hay nada, no donde se estén dando madre”, dice.  “A veces hay fotógrafos, les digo yo, que andan un Ferrari (una buena cámara) y son motoristas de buses (no saben tomar fotos)”.

 

Dicen que el mundo lo gobiernan los locos ¿coincides con eso?

No, no coincido con eso.

 

¿Por qué?

Porque creo que los locos están más cuerdos, lo único es que hacen lo que quieren, y a los gobernantes solo les interesa el poder y el dinero.

 

El fútbol tiene al “Loco” Abreu (Sebastián) y el periodismo salvadoreño al “Loco” Milton ¿De dónde y por qué te surgió ese sobre nombre?

Jajajaja, puya eso fue hace muchos años cuando yo empezaba la carrera de fotoperiodista. Quien me lo puso fue Carlos Orlando Valdez Aguilar (OVA) porque yo era muy inquieto muy hiperactivo. Yo me inicié en el Diario de Hoy  y me recuerdo que ellos me llevaban a las canchas, y digo me llevaban porque en ese momento no te decían: vos sos fotógrafo vas a ir a  hacer deportes si no que había una preparación previa. Tenías que pagar el derecho de piso para estar en una cancha. Y yo salía corriendo detrás de las celebraciones. Si me celebraba del otro lado el que había hecho el gol yo salía corriendo para tener la foto. Yo me subía a todos lados, era muy inquieto, entonces de ahí nace el sobre nombre de “el Loco”. Yo siempre fui diferente a los demás, no me gustaba hacer lo común, siempre buscaba diferentes ángulos hasta que lo encontraba o no lo encontraba.

 

¿Cuál es la locura más grande que has hecho por una foto?

He hecho varias. Me he metido a túneles, me he subido a plumas (torres utilizadas para mover carga en construcción). Recuerdo que allá por 1998, 1999 construían los pasos a desnivel y yo todos los días subía a una pluma para hacer una foto aérea. No sé yo creo que esa es una de mis locuras porque le tengo pánico a las alturas y  todos los días hacía a esto porque le hacía un seguimiento al paso a tres niveles que está entre el (bulevar) Venezuela y 49 av. Sur.

 

De eventos ya te han sacado también por infringir normas…

Sí, sí, pero eso es normal jajajaja. La que más me recuerdo es cuando Carlos “el Famoso” Hernández peleaba por el título en Las Vegas. Para cubrir una pelea boxística a nivel mundial tenes que ser un medio de peso, y en Estados Unidos no era de peso (mi) medio. Entonces, gracias a que yo era como el fotógrafo oficial de “El Famoso”, recuerdo que me dieron “ringside” que es estar en la parte de abajo del ring y hasta ahí todo bien, pero llega el momento del festejo, cuando Carlos gana el título todas las fotos son para el fotógrafo de “Top Rank” y a mí me quedó siempre de espalda e hice la locura más grande, hice algo prohibidísimo, me metí al ring a tomar la foto de Carlos “el Famoso” Hernández festejando con el título. Pasó el festejo y no me dijeron nada, me salí del ring y  me cayó la gente de seguridad. Me dijeron: usted tiene que salir, usted no es una persona grata aquí, me lo dijeron en inglés y yo medio le entendí. La pelea fue en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas y me sacaron, pero  como me dejaron en el pasillo del hotel me volví a meter jajajaja. Y cuando me vieron de nuevo me volvieron a sacar y esta vez si me llevaron hasta la calle. Ya era media noche y yo solo había logrado preparar el material que iba a enviar, por suerte a mi compañero de equipo (Óscar Guerra) le había enseñado yo todas las cosas: como preparaba, como editaba y como enviar. Hasta le había dado mi clave de correo para que él pudiera mandar mis fotos. Yo me había regresado a la sala de prensa del hotel y había enviado una cuantas (fotos) cuando me cayeron de nuevo y me dijeron que tenía que abandonar porque había roto las reglas del boxeo para la prensa. Ahí entra Óscar y le digo envíalas y así se salvó (la cobertura) porque ya era como la 1:00 de la mañana aquí. Así es como se pudo publicar la foto de Carlos “el Famoso” Hernández con el título. Al final, Verónica, la esposa de Carlos, intercede por mí para que regrese nuevamente al centro de prensa.

 

Con tu lente has registrado centenares de imagines ¿cuáles son las tres que más te han impactado?

Puya tres

 

¿O más?

No, lo difícil es recordar tanta imagen porque cada foto tiene su historia. Cada foto se logró de diferente forma. Lo que más recuerdo, quizá no la foto, es el Mundial de Brasil en 2014 porque pude hacer el trabajo a pesar de no tener acreditación al inicio. Cuando llegamos a Brasil la FIFA había autorizado tres credenciales y todas eran de redactor. Recuerdo que llegue a Sao Paulo y mi mayor preocupación era mi credencial y llegó a recoger mi acreditación y efectivamente era de reportero. Cubro el partido inaugural Brasil-Croacia y me tocó allá por los focos, ahí había una sala de prensa, pero cuando me descubren con la cámara, ven mi credencial y me dicen: tú no tienes que estar tomando fotos tu puesto es allá, guardá la cámara. Yo estaba molestísimo y lo que hice fue irme a enviar lo que había tomado. Desde ese momento empezamos con Marcelo Betancur a escribir correos a la FIFA. Todos los días escribíamos un correo pidiendo que se me cambiara la credencial y nunca tenía respuesta. Para mí era frustrante porque era fotógrafo y no podía estar donde debería estar. El último día iba a pitar el partido Bosnia-Argentina, Joel Aguilar Chicas. Un día antes me había metido a buscar con quien podía hablar para el cambio de la credencial y encontré FIFA Brasil, les escribo y me contestan y me dicen que tengo que escribir a FIFA en Suiza, entonces a ese mismo correo yo le di reenviar. Les expuse que iba a pitar Joel y que yo necesitaba tomar fotos, que tenía que cubrirlo. No te miento, media hora antes de ese partido ocurrió como algo mágico, como que todos los planetas se alinearon y yo recibo un mensaje de que estaba autorizado el cambio. Me explicaba ahí que si no me la querían cambiar que revisaran mi perfil en FIFA para que vieran que ya estaban hechos los cambios. Tenía 30 minutos para hacer el cambio, salgo corriendo porque el Maracaná no es un estadio chiquito. Llego a la sala de prensa y primero no me deja pasar la autoridad porque ya había a empezar el partido y había una protesta de trabajadores. Logré que me dejaran pasar, entro y en “portuñol” le digo al tipo lo de la credencial y me dice: no tu no puedes tener una credencial de fotógrafo. Sí le digo revisa mi perfil. Me la cambia y salgo corriendo, pido un chalateco, me dan un chaleco. Pido un pase, y por eso te digo que los planetas se alinearon porque me encuentro al delegado de prensa y él tenía un pase. Ingreso a la cancha cinco minutos antes del partido y era el último fotógrafo porque solo se permitían 250 por partido, eso autorizado FIFA en la cancha. Pusieron unos lazos y yo era el primero. Logré tomarle fotos a Joel con Messi, con las figuras. Era de darle un seguimiento a Joel en todo el partido, pero yo hice a Messi, Di María, Agüero, Higuain, fue increíble…yo hasta twittie una foto que estaba dentro del Maracaná.

 

A mí una imagen que me impactó fue la de una paloma comiendo de los alimentos de una enferma en el hospital ¿cuál es la historia?

Sí esa es de una huelga en el Seguro Social cuando se hacían las marchas blancas que se oponían a la privatización de la salud. Yo le di cobertura casi completa a esa protesta y un día me recuerdo que entré al Hospital Rosales y ahí es normal que haya palomas de castilla y esa vez pasó que veo a la paloma de castilla comiéndose la comida de una anciana, me impresionó y tomé la foto. Cuando llegué a la oficina, yo sabía que llevaba una buena foto, pero no la había valorado. Cuando llegó Fernando Golscher que era el editor en ese momento me dice: puya que buena foto. La ofrece de portada y me dice: Don Rodolfo Dutriz manda a decir que si no tener la foto al revés porque el foco estaba en el animal, que si no tenía enfocada a la señora. Y le digo yo no, me dice porque no la tomastes y yo se fue.

 

Voló la paloma jajajaja

Sí se fue el ave, prefiero decirle el ave jajajaja. Igual fue portada, no fue la primera foto, pero sí una de las primeras fotos que yo publicaba en LA PRENSA GRÁFICA ya como miembro del staff. También tengo la de (Mario) Belloso, por eso te digo cada foto tiene su historia.

 

¿De Belloso cuando supuestamente mata a los policías?

Cuando dispara, yo nunca vi que matara a nadie, pero era él que estaba disparando. Tengo un solo cuadro de él apostado disparando porque yo no lo ubicaba. Había tantos disparos que yo no lo ubicaba. Te voy a contar la historia de esa foto como llega a ser. Vladimir Lara y Francisco Campos estaban de turno, pero tenían una capacitación y me dicen: mañana vos coordinas. Hago la coordinación de todos los fotógrafos y los mando a cada uno a su asignación y yo me quedo en la oficina. Cuando ellos regresan (Vladimir y Francisco) me dicen vamos a desayunar y les dije que no porque había una protesta del INFRAMEN por el aumento del pasaje y se puede poner violenta. Ahí ya andaba Nubia (Rivas) y le había mandado a Ángel Gómez de apoyo; y les digo ya que vinieron ustedes me voy a ir. Me fui a la entrada de la Minerva en la UES y ahí esperé la protesta. Cuando llegaron les digo a los (fotógrafos) vos vas adelante, vos en medio y yo me fui de último. Se empiezan a dar los disturbios y veo corriendo al primero de los fotógrafos, el otro fotógrafo también está afectado por el gas, a mí no es que me afectara, pero cada quien tiene diferente resistencia.

Entonces empiezo a escuchar disparos, pero era tan alta la adrenalina que no diferenciaba si eran disparos de la UMO u otro tipo de disparos. Vi a Ángel afectado y le decía hey ahí está, ahí está, y yo no tomaba la foto por decirle a él que estaba más cerca. Entonces yo tomo la foto y el tipo deja de disparar, entonces tengo un solo cuadro. Deja de disparar y sale corriendo, entonces yo tengo la secuencia de donde sale corriendo hacia la “U”.  Me llama Vladimir y me dice: mirá tenés al que estaba disparando y yo digo sí. Le dije que sí, pero yo ni siquiera había revisado el material porque yo andaba a mil las revoluciones.

 

Hay fotoperiodistas buenos en la foto de detalles, de animales, en iluminación ¿cómo definís tu estilo?

He. Yo he tratado de hacer de todo y he hecho de todo. Lo que más me caracteriza es por ir de choque.

 

¿Sos un fotoperiodista de choque?

Sí, voy al frente no voy atrás, y ha sido en todas las áreas siempre he estado adelante. Es mi estilo ir siempre donde se están reventando si no me pierdo mucho.

 

 ¿Cuándo nace tu pasión por la fotografía?

No nació, fue un accidente.

 

¿Sos fotógrafo por accidente?

Sí.

 

¿Cuándo llega ese accidente entonces?

Fijate que salí de bachiller y mi Mamá lo primero que me dijo es tenés que trabajar. Así era en nuestros estratos sociales, salías de bachiller y tenías que buscar trabajo. No ibas a la “U”. Yo le rogué, le rogué que me pagara la universidad, al final mi hermano me la terminó pagando. Entonces fui a la universidad y yo la materia que más detestaba era matemática, nunca fui bueno en eso, y llego a la universidad y pedí los pensum de las carreras, y la única que tenía una sola matemáticas de todas las carreras que impartían ahí era comunicaciones y me metí a estudiar eso. Y en esa universidad llevas fotografía en el primer ciclo así que me empilé con eso, mi hermano me regaló una cámara y me empezó a gustar la fotografía. Antes de eso le tenía pánico a la fotografía no podía agarrar ni una cámara. Le tenía un pánico escénico paloma, pero me empezó a gustar, empecé a comprender la técnica y así es como nace ser fotógrafo.

 

¿Por qué  tenías miedo escénico a las cámaras?

Porque lo veía muy difícil. Y me cuesta muchísimo todavía tomar fotos, y por eso busco siempre moverme para tener una buena foto. Mi preocupación siempre era hacer una buena foto.

 

¿Cuál fue la primera imagen que captaste en un lente?

La primera no me recuerdo porque son fotos de prueba para mí

 

Te imagino con una vieja Minolta o un Yashica tomando fotos temeroso a que te digan que no

No, no, no jamás, no. Yo siempre he usado Canon, salvo un tiempo que use Nikon. Era una Canon A1 negra por cierto. Con esa tome mis primeras fotos.

¿Nunca tuviste temor que te dijera alguien no me tome fotos?

No fíjate, mi preocupación era siempre por exponer bien, que la foto me saliera bien expuesta.

 

¿Guardas alguna anécdota especial de tus inicios en la fotografía?

Cuando asaltaron el Banco de Comercio en la Rubén Darío yo estaba en clases, me salí y fui. Ya había pasado el tiroteo, pero fui a ver. Fui de metido. Era alguien más con una cámara nada más, no cubría para ningún medio, pero me fui a meter al desmadre.

 

¿No te paso que en el laboratorio te velaran el rollo o que no lo colocaste bien?

No me pasó que me velaran el rollo, ese tiempo lo más divertido es que disparaba sin rollos jajajaja. Como eran cámaras análogas a veces se le olvidaba a uno poner el rollo, según yo ya había tomado un rollo completo de una cobertura y cuando revisaba no le había puesto rollo y tenía que volver a hacer las fotos.

 

¿Qué opinión tienes de los avances tecnológicos en la fotografía, han sido beneficiosos?

Sí claro muchísimo. Ahora ya no es necesario andar corriendo para ir a revelar, Ahora tenés una tarjeta, una memoria y va directo a la computadora. Te ahorras 30 minutos de tiempo porque llegabas de la cobertura, tenías que revelar, esperar el revelado, todo eso se facilitó con la tecnología.

 

Jajajaja y había que esperar  que la foto bonita que llevabas en tu mente también estuviera en el rollo

Exacto. Ahora es más fácil tomar fotos, no sé porque la gente toma malas fotos a veces. Hoy podes revisar las fotos en la cámara antes de llegar a la oficina.

 

¿Y no crees que también la tecnología le ha quitado protagonismo al fotoperiodista? Ahora cualquiera  compra una cámara y hace fotos

La tecnología no es mala, que alguien se crea fotógrafo porque anda una cámara encima va ser normal, eso no va a cambiar.

 

¿Admirabas a algún fotoperiodista en particular en tus inicios?

No, yo los admiraba a todos los que ya estaban en la profesión. Admiraba a gente como Tello Orelana, Fernando Golscher, OVA. Yo admiraba a todos a Huber Rosales, a Ricardo Benítez. A casi todos los que ya tenían sus años dentro de estos. Los admiraba porque hacían bien fácil su trabajo y a mi me costaba muchísimo. Yo no es que quería ser como ellos, quería superarlos, y el reto era ponerme a competir con ellos. Era ponerme a la altura de ellos, ese era mi objetivo cuando iniciaba, llegar a ser el fotógrafo portada, andar en las cosas importantes.

 

¿Has logrado tu objetivo, te falta superarte?

No, uno nunca termina de aprender. La tecnología va avanzando y tenes que irte actualizando de los nuevos equipos que vienen, y tenés que leer por obligación la información de la cámara. A veces hay fotógrafos, les digo yo, que andan un Ferrari (una buena cámara) y son motoristas de buses (no saben tomar fotos).

 

¿Milton alguna vez ha pasado por tu mente ser el mejor fotoperiodista del país?

Sí siempre, ese siempre fue el objetivo. No lo he logrado todavía, pero siempre he querido estar dentro de los primeros. Y es que yo tengo un problema, no me gusta que me reclamen y mi compromiso es hacer siempre lo mejor. A veces he cometido errores horribles, pero mi objetivo es hacer la mejor foto donde vaya. Y ojo el mayor reto de un fotógrafo es hacer una buena foto donde no hay nada, no donde se estén dando madre.

 

¿Tengo la sensación que no te gustan los escritorios? Con tu experiencia ya podrás estar en una oficina

No, detesto eso. Estoy sentado, estoy editando las fotos deportes del grupo LPG, pero yo me escapo siempre. Yo siempre voy a ver un partido. A mi me encanta la cancha. Yo cuando entro a la cancha es como entrar a Catedra. Siento la felicidad que sienten otras personas cuando entran a Catedral.

 

¿Has soñado con un premio Pulitzer?

No, no lo podría ganar creo yo porque es para estadounidenses. Talvez con un Word Press siempre lo soñé y lo seguiré soñando, pero mientras  menos fotos tomo menos posibilidades tengo, por eso siempre voy a la calle.

 

¿Se te ha reconocido tu trabajo fotográfico?

Sí yo creo que sí. He sido uno de los fotógrafos privilegiados en eso. Se me ha reconocido el trabajo y yo creo que lo que más vale es que la gente te diga en la calle o tus compañeros de prensa te digan que buena foto. Ese es el mejor reconocimiento que he recibido.

 

¿Cuál es tu opinión del fotoperiodismo salvadoreño?

Creo que se ha ido estancando con el cambio generacional. No es el fotoperiodismo el que se ha estancado si no las personas que se inician en esto porque no tienen la misma hambre que notros teníamos antes. Hoy la tecnología les ha facilitado tanto el trabajo que también los ha vuelto haraganes, no luchan por tener una buena imagen, les falta hambre y actitud hacia eso.

¿Será que influye la baja remuneración económica?

Sí, pero eso siempre ha sido así. El dinero no es para todos, no todos nacen con estrella. Sí vos sos malo en algo no esperes que te van a dar mucho dinero, pero si sos bueno te lo van a reconocer.

 

¿Cómo fue tu niñez?

Muy difícil. Yo me considero un niño de la guerra. Talvez no estuve en medio y no sufrí como otras personas, pero yo soy de Morazán, de un cantón llamado el Tablón de Morazán, y fue difícil. A mi corta edad yo no me miraba siendo un fotógrafo, me miraba teniendo vacas, sembrando el campo, pero la guerra vino y cambio todo. Yo no le puedo dar las gracias a ese cambio, porque me cambio la historia, me cambió mi vida. Nosotros tuvimos que salir huyendo de las balas y yo recuerdo que vivimos en 20 o 30 casas y no teníamos una propia.

 

¿Sí tuvieras la oportunidad de volver atrás estudiarías otra cosa?

Empezaría antes a hacer fotografía. Creo que muy tarde empecé.

 

¿Qué te dicen los nuevos fotoperiodistas cuando te ven en la calle?

Eso es lo malo no dicen nada. No preguntan, y los que preguntan, preguntan muy poco.

 

¿Será que te tienen miedo?

Yo no le diría miedo sino falta de interés. Yo le preguntaba a medio mundo como hacer, algunos me contestaban y otros no.