Henry Arana, reportero de TV: “No sé qué destino tendré, lo importante es que me he sometido a la batalla”

El comunicador Henry Arana recibe muestras de cariño de parte de familiares y amigos en esta etapa de su vida | Foto por Santiago Leiva

Por Santiago Leiva

La tarde pinta nublada. Hay nubarrones negros posando sobre Ciudad Merliot, pero para Henry Arana el panorama se despeja. El veneno de las últimas quimioterapias empieza a desaparecer de su cuerpo. Ha parado de vomitar y su garganta ya no está desgarrada: puede hablar nuevamente sin dolor y con claridad. Esa última tarde de agosto Henry estaba casi en estado “off”. Lo encontré sobre una cama con colchón inflable y parecía contemplar cómo, gota a gota su alimentación pasaba con lentitud desde una bolsa médica hasta su estómago.

Esta vez no viste de saco como acostumbra y tampoco hay logos de televisoras sobre su camisa, pero hay dos micrófonos dorados sobre una pequeña mesa que advierten sobre su profesión y que le retan a ponerse de pie para volver a la calle a cazar noticias.

Ese ha sido su oficio por más  de 25 años, y uno de esos micrófonos dorados lo recibió en 2009 como reconocimiento a 20 años de carrera periodística en televisión. Henry se inició en el mundo de las comunicaciones haciendo prácticas en Radio Femenina, luego se le abrieron las puertas de la televisión en Noticias 4 Visión (estuvo en dos periodos ahí), pasaría luego por Teleprensa Canal 33, Megavisión y Ciudad Desnuda de Canal 12.

Durante este tiempo ha compartido su vida en la televisión con el emprendedurismo gastronómico. Junto a su ex esposa le dieron vida al “Mojito Cubano” un restaurante de comida cubana, y estaba a las puertas de abrir un nuevo negocio cuando llegó el cáncer y dejó en “stand by” la conclusión de su sueño. Henry, quien llega a las páginas de El Metropolitano Digital como nuestro personaje de la semana, sufre de cáncer desde finales del año pasado y a la fecha lleva cinco operaciones. “Me hicieron una operación desde el pecho hasta la ingle, operación de ganglios, extrajeron un pedazo de hueso de la columna para muestra de sangre, y ahora me han dejado con una colostomía y alimentándome con sonda”, dice.  El cáncer ha dejado ya huellas visibles en el cuerpo de Henry, pero él no pierde su carisma “relajo” que le caracteriza, y sobre todo se mantiene firme en la lucha.

“A la gente le asusta la palabra cáncer, pero a mí no, quizá me gusta porque es un reto. Con el cáncer quiéralo o no me estoy cruzando el río de la vida.”, sostiene. Ese río lo cruza con el apoyo de su familia y de muchos amigos que le visitan  o le mandan mensajes abrazadores. Le conoce todo el gremio y en la actualidad aparte de tener una productora donde con su equipo hace comerciales y  da asesorías, pertenece nuevamente a la planilla de Teleprensa Canal 33. Henry nos abrió las puertas de su casa para contarnos en esta platicadita, parte de su historia, sus travesuras, sus amoríos y su ardua lucha contra el cáncer.

Si tuvieras que arrancar un capitulo al libro de tu vida, ¿cuál sería?

Sí le quitara un capitulo a mi vida quizá no aprendería de los errores, porque dentro del desafío: nacer, crecer y morir siempre necesitas de los errores de la vida. Pero si pudiera cambiar un capitulo en mi vida sería el de la desintegración familiar en mi casa, la separación de mis padres, y eso ha sido repetitivo, yo también me separé. Se ha hecho un círculo vicioso y es doloroso porque te fractura, desde pequeño andas rebotando de un lado a otro, vivís con tu mamá, tu papá, con tu tía, y  es bien fregado. Yo viví eso, pero gracias a Dios supe mantener la cordura.

 

¿Qué evitó que te descarriaras?

A mí me gustó mucho el deporte y la música. Esos fueron mis refugios. Me metí en equipos de baloncesto, a mí no me acompañaban ni mi papá ni mi mamá, pero estuve en la selección del colegio y en la selección nacional de basquetbol. También cuando vivía con mi tía Chave me imaginaba ser artista y con mis primos formamos el grupo “Menudo” para imitar a los originales y nos iba bien porque llenábamos la Lotería Nacional.

 

Tengo la sensación que eras un joven inquieto, aventado…

Sí era inquieto quizá por la cuestión que estaba en pre adolescencia. Y yo desde los 12 o 13 años ya andaba rebotando. Mi papá tenía negocio de joyería y relojería, y aveces como estábamos todos desintegrados no tenía dinero y le tuve que sacar cosas de la caja, tuve que medio hurtarle cosas del negocio para poder andar en la calle, pero todo fue producto de la desintegración. Eso sí yo siempre estuve en el estudio, lo mío era de aquellas vagancias sanas. Me acuerdo que me iba a las casas de juegos de video, ahí pasaba todo el día y topaba la máquina. Me iba después que salía del colegio y de ahí no me sacaban hasta que cerraban el inmueble.

 

Jajaja eras un vicioso de las maquinitas

Sí era vicioso, me iba a meter a los juegos de videos y por veces me iba a meter al cine, a pasar todo el día en el cine. Me ponía un bigote falso y una camisa como que andaba trabajando para que me vieran como mayor de edad y me dejaran entrar. Y como antes era permanencia voluntaria ahí me quedaba. También me iba a la playa a surfear. Lo que buscaba era evitar llegar a la casa desintegrada. En la práctica yo solo llegaba a dormir. Al día siguiente me iba al colegio y del colegio me iba a vagar, pero luego me metí al deporte.

Aparte de la desintegración familiar ¿tuviste una niñez carente, de pobre?

No, yo tuve una niñez en la que tuve cubiertas las necesidades. Mi papá gracias a Dios tenía sus negocios, como te decía él era un joyero y relojero, y mi mamá era la encargada de una guardería nacional. Cuando ellos se separaron, ella tomó su camino y yo un tiempo vivía con mi papá, el problema con él era el licor, mi papá mucho tomaba, y mi mamá decidió irse.

 

¿Te viste sumergido en ese vicio?

Yo empecé a beber como a los 13 o 14 años, como andaba en la calle los amigos me invitaban a tomar, pero no era un vicio desenfrenado ni mucho menos drogadicto. En cosas de drogas no me metí, fueron cuestiones de licores, pero nunca me desvié.

 

Con tus travesuras de adolescente, te llega luego una carrera prospera en el periodismo ¿de dónde viene la vena periodística?

Fíjate que mi papá tiene tres líneas de familia. Están los Arana Llort, los Arana Chamorro y los Arana combinados, pero los más cercanos son los Arana Chamorro y los Llort. Juan Mateu Llort por ejemplo fue tío de nosotros, era primo hermano de mi papá. Y por el lado de los Chamorro, me contaba mi abuela que yo tenía un tío periodista que es Pedro Joaquín Chamorro. Mi abuela se llamaba Ángela Chamorro. Por ahí viene quizás la orientación. A mí me gustaba la ingeniería, yo me gradué de físico matemático y quería estudiar ingeniería, pero me llamaba también la atención las cuestiones de la radio. Entonces vino mi mamá y me ofreció pagarme un curso y casualmente salió un curso de locución y comunicación que lo impartía el Ministerio del Interior y lo tomé.

Ahí conocí a Melvin Letona y él puso un curso de comunicación privada con Beto Belloso en una escuela que se llamaba Carlos Burgos. Ahí comencé a introducirme al medio. Pero para aquel entonces tenías que tener cuello para entrar al medio,  yo fui varias veces a Radio Femenina hasta que me recibió Neto González, el hermano de Max, y me tuvo un tiempo haciendo prácticas, luego surgió la oportunidad en televisión. De Radio Femenina me fui a Noticias 4 Visión, Teleprensa, Megavisión y Ciudad Desnuda… Ciudad Desnuda se cerró por que nos dedicamos a andar cubriendo muchas notas sobre narcotráfico, me amenazaron a mí y otros compañeros por andar sacando notas de investigación, entonces el programa de Ciudad Desnuda duró seis meses nada más y se cerró…

 

Para hacer televisión en El Salvador se requiere físico ¿te llegaste a considerar un playboy?

Jajaja,  siempre nos han salido las chicas. La verdad es que la televisión te da rostro, aunque uno no sea  tan bonito siempre tira algo de rostro  y la gente lo quiere conocer y las mujeres igual. Mi onda de entrar a los medios era porque quería ser popular, que me conociera la gente…

 

Sobre todo las mujeres jajaja…

Jajaja eso era lo ideal, y como quien dice en el camino te van saliendo los regalitos.

¿Fuiste noviero?

Bastante. La verdad es que siempre me han salido novias desde el colegio. Tuve bastantes novias hasta que me casé, posteriormente me separé y volví al redil de andar de pica flor sin tener una novia fija porque el medio (periodístico) es bien absorbente y muchas mujeres no entienden eso. Uno tal vez es fiel, pero salen bastantes mujeres en el ambiente.

 

Tu ex esposa es cubana…

Sí la mamá de mis hijos es cubana

 

¿Cómo la conociste?

A ella la conocí en Costa Rica cubriendo noticias. Fui allá cuando se hicieron las firmas del CA-4, y ella llegó con una misión médica a Costa Rica, ella es licenciada en enfermería. Ella se quedó de la misión y trabajaba en un renta cars y ahí nos conocimos. Ahí vi a la cubanita y vos sabes que las cubanas tienen su fama a nivel internacional que son bonitas y tienen su buen cuerpo. Entonces me llamó la atención y entramos en el detalle como dice Cantinflas.

 

¿Fue amor a primera vista?

Sí, salimos estando ahí y posteriormente regresé por ella. Me ayudaron en el Ministerio del Interior para poderla traer para acá. Se tuvieron que hacer trámites para poderla tener durante algún tiempo con residencia temporal hasta que nos casamos. Ya como esposos pusimos un negocio de comida cubana y nos fue muy bien durante el tiempo que estuvimos juntos. Le pusimos el “Mojito Cubano” y nos dimos el lujo de tener gente del ambiente político y social del país. Tuvimos hasta los de Air Suply, vinieron a comer y al final hasta le pagaron las cuentas a la clientela. A (Ricardo) Arjona lo tuvimos ahí también… el restaurante se hizo de un ambiente bien bohemio. Había todos los fines de semana música trova.

 

¿Hace cuánto te separaste?

Con Magdalena Maldonado, así se llama la cubana, ya vamos para cinco años. Ella ya tiene otra relación, pero tenemos dos hijos en común y ello nos ha permitido tener un contacto diario y no nos hemos dejado de ver. Después de pasar la crisis de la separación llegamos a la amistad y tenemos una amistad bien bonita. Si a ella le falta algo yo ahí estoy y si me falta algo ahí está ella. Compartimos cosas independientemente que ella tenga una relación.

 

A partir de tu separación comienza tu nueva lista de chicas…

Jajaja de ahí viene una fila. Está la Karla, está la Jesica, Marisol, Daniela, Susy… hay varias personas

 

Bueno dejemos en paz a las mujeres, Henry ¿qué sentís cuando escuchas la palabra cáncer?

A la gente le asusta, pero a mí no, quizá me gusta porque es como un reto a la vida. La palabra cáncer me sabe a reto a la vida y entonces me gusta porque es algo que en la etapa laboral también a uno le pasa. Yo tengo un video en el que en una inundación me tengo que aventarme un río de casi medio kilómetro de ancho allá en San Francisco Menéndez. Nos tocó cruzarnos el río con un lazo sin saber que el río estaba lleno de cocodrilos. Entonces ese video siempre lo pongo porque me crucé el río y con el cáncer quiérase o no hoy me estoy cruzando el río de la vida.

¿Qué tipo de cáncer tenés?

El cáncer que tengo es de origen desconocido solo a 200 personas se les ha descubierto en el mundo y lo grave de este cáncer (Tumor Desmoplásico de Células Pequeñas Redondas de Retroperitoneal) es auto resistente a las quimioterapias y se auto regenera. Lo que te quiero decir es que eso significa que no tengo cura.

 

¿No tenés cura?

En la práctica no hay una salida. Muchos han muerto sin poder eliminar ese cáncer. Entonces según está escrito en los libros, en los estudios oncológicos, ese cáncer no tiene cura, porque es auto resistente a las quimioterapias y se regenera el tumor. No sé qué  destino tendré, pero lo importante es que me he sometido a la batalla como a vos te tocó también. Me he sometido a la batalla de sobrevivir y pasar las etapas de lo que toque. Me han operado cinco veces entre pequeñas y grandes cirugías; ya pasé la primera etapa de quimioterapia y voy ya para la segunda fase.

 

¿Te has sentido en algún memento sentenciado a muerte?

La marca de muerte la tenemos desde que nacemos. Tal vez pueda ser que no me muera del cáncer, puede ser que perdure en el tiempo, pero el cáncer no me baja la moral, a mí lo que realmente me merma la vida es el cansancio de tanta quimioterapia, porque quizá a mucha gente la vencen las quimioterapias. Lo vence el veneno, porque es un veneno al tumor, pero también es un veneno para el cuerpo a la misma vez.

 

Todos reaccionamos de distintas formas a las malas noticias, ¿Cuándo te dieron el diagnostico cuál fue tu reacción?

Me dio risa porque  el doctor me lo dijo vulgarmente. Me dijo: trillizos tenés cabrón. Yo le digo cáncer tengo, nombre trillizos tenés; tenés tres tumores me dijo y eso me dio gracia. Posteriormente pensé a lo que me iba a someter. Yo por momentos he dicho que ya no aguanto, pero ya no aguanto el vomitar, que me estén puyando, no aguanto el martirio carnal. Los dolores que sentís como puñaladas en la zona donde está el tumor. Son esas cosas las que lo hacen a uno doblegar el alma en su momento, pero aquí estamos.

 

¿Cómo te inició la sintomatología?

Primero empezó como un desgarre muscular, bueno eso me dijeron a mí a través de una ultrasonografía de un hospital privado.  Luego en el Seguro Social de Santa Tecla me dijeron que era una hernia y me iban a operar por hernia. Al final se determinó que era cáncer.

 

¿Deslucir físicamente no te ha afectado sicológicamente?

No, no, eso no me ha afectado todavía. Primero se me cayó el cabello y  piensa uno que ya no se va a ver tan guapo porque no a todo el mundo le luce andar pelón, Yo me miraba como que soy perico chupado jajaja. Al principio sí me sentía mal, pero ahora me da igual. Salgo a la calle y los que me han visto me saludan, otros me toman fotos. Hasta me han salido otras mujeres.

 

A vaya…

Sí, en la etapa de la enfermedad he tenido  relaciones. Me han salido mujeres en esta nueva etapa cancerígena. Fíjate que en esta etapa he visto la unión de muchas cosas, gente que no conozco que me busca, gente que me escribe o me llaman. Me llaman o me escriben cheras que me quieren conocer. En esta etapa he visto las amistades.

 

¿Qué te dicen los médicos?

Qué hay que luchar. La cuestión aquí es tener fe. A mí no me gustan mucho las cuestiones religiosas porque la gente busca a Dios cuando está mal, ahí es cuando doblan rodillas y a mí no me gusta eso, porque eso no debe ser así.

 

¿No hay forma de quitar el tumor?

No porque está amarrado a una arteria principal. En estas etapas quitaron una tercera parte de un tumor más grande, pero la masa tumoral está amarrada a una arteria principal que es la que le brinda la sangre a todo el sistema digestivo y si la cortan puede uno morir inmediatamente. No la pueden tocar  entonces tienen que tratarla con la quimioterapia y esa es la etapa a la que vamos a pasar para tratar de reducirlo y tratar la manera de extraerlo.

 

¿Cómo visualizas tu futuro?

Siempre en mi trabajo, en mi labor. Mi ideal es sacar adelante a mi hija que es aún pequeña. Eso es lo que me tiene a mí pensando en mi futuro. No quiero que ande rebotando como me pasó a mí.