“It’s Memo”: Me han propuesto hasta cambiar de nacionalidad; decir que soy de República Dominicana para abrirme camino en la música

Foto de cortesía

Por Liset Orellana

Nacido en Santa Tecla y criado en un cantón aledaño al municipio de Ilobasco, salvadoreño hasta los tuétanos; Guillermo José López es un connacional que está abriendo su camino para triunfar en la música latina con el género bachata. Emigró a los Estados Unidos sin papeles y en condiciones inhumanas, por azares de la vida obtuvo su residencia y actualmente vive de la construcción.

Pero su pasión siempre ha sido la música, en El Salvador se subió a los buses para tocar canciones y obtener dinero para mantenerse, cantó en el coro de la escuela y la iglesia y formó parte de un grupo de teatro. Es el menor de cuatro hermanos y ahora este joven de 29 años presenta su primera producción titulada “It’s Memo”, de la cual se desprende el sencillo “Mujer”.

Memo combina su trabajo de hasta 100 horas semanales –en temporada alta-  con la música, uno de sus sueños se cumplió cuando se enfiló hace tres años al grupo de salsa Ex Adolescentes.

“Fuimos y somos una familia pobre aún pero mi mamá disfrazó tan bien eso que siempre nos mantuvo bien vestidos, limpios y la comida nunca nos faltó. Dejé de estudiar porque mi novia de aquél entonces salió embarazada. Yo tenía 15 años”

En definitiva eso le cambió la vida

Sí, imagínate. Yo estaba en 9° grado cuando ella salió embarazada; mi mamá y hermanos querían que yo siguiera estudiando. Yo soy el último hermano de cuatro

Me imagino que te regañaron muy fuerte en casa

Sí, pero mi mamá estaba contenta pero me hizo ver las consecuencias de todo eso. No seguí estudiando porque me sentía responsable.

¿Cómo asimilaste la noticia de que ibas a ser papá?

Fue súper difícil, yo pensaba mucho en lo que iba a decir mi mamá pero se lo tomó muy tranquila y me apoyó mucho y se le agradezco hasta el día de hoy. Dejé la escuela y comencé a trabajar como ayudante de albañil. Recuerdo que ganaba $5 al día y todo lo que iba ganando lo distribuía así: $1 para mí y lo demás para la mamá de mi hijo.

Una vez me agarré los $5 porque necesitaba comprarme algunas cosas y me sentí tan culpable al final (ríe). Luego se vinieron algunos problemas con algunos muchachos de las pandillas y fue cuando decidí irme para Estados Unidos. El primer viaje fue muy duro…

¿Te fuiste sin papeles?

¿Cuántos años tenías?

Tenía 16 años y mi hijo tenía 5 meses

0k ¿qué te pasó en el viaje?

Me fui con dos primos y llegando a Veracruz, México nos metieron a un furgón; éramos 175 personas en el furgón y teníamos que viajar por 76 horas. Pero las dos primeras horas de estar adentro del furgón comenzamos a vomitar, con calambres en el cuerpo y prácticamente nos estábamos muriendo.

Gracias a Dios el servicio de migración de México nos encontró y nos sacaron de ahí. Fue duro porque habían personas desmayadas, incluyo yo estuve a punto de perder el conocimiento por la deshidratación. Al final estuvimos 15 días en México sin bañarnos, habían como 40 personas en la misma celda, con un solo baño ¡fue horrible!

Nos regresaron pero un mes después volví a irme con mi hermano y mi primo con una travesía mejor; solo tuvimos peligro de muerte una vez

Menos mal

Ja ja ja ja digamos que fue menos traumatizante que la vez anterior. Entrando a Estados Unidos nos persiguió la migra y el carro donde íbamos se estrelló contra un árbol; la mayoría de personas huyeron incluyendo mi hermano. Yo me quedé porque no podía más.

Era menor de edad y cuando migración me agarró yo me acordé que el consejo que me dieron fue decir que era mayor de edad porque en aquél tiempo si eras salvadoreño llenabas unos papeles y te daban la oportunidad de seguir adelante. Me senté con el oficial de migración y le dije que era mayor de edad, hice todo el papeleo y me dejaron ir.

Cuando salí del lugar me quedé en la puerta y me puse a pensar qué pasaría si algún día quería arreglar mis papeles, si algún día quería quedarme en ese país…estaba diciendo mentiras a un oficial de migración y me regresé a decirles que era menor de edad.

¿Qué pasó después?

El oficial me dice “ah ok”, llené otros papeles y me mandaron para la perrera

¿Qué es la perrera?

Es como una cárcel grande en Texas, también le llaman La casona; en ese momento se me cayó el mundo porque estaba completamente solo

¿Y tu hermano, el que salió corriendo de la migra?

Él se tenía que ir porque era mayor de edad. Mi hermano huyó porque ya antes había estado en Estados Unidos y si lo agarraban era más difícil.

Bueno, en ese momento pregunté por mi hermano y me dijeron que se habían ido y que no sabían dónde estaba; que lo más probable era que habían agarrado para los pantanos y que de ahí no saldría vivo. Bueno, me encerraron en una celda de 2×2 metros, la luz pasaba encendida día y noche, no sabía si era de día o no. Yo digo que pasé dos días pero sentí como que fueran 10 años de mi vida pensando en mi hermano.

Pasé llorando todo el tiempo, estaba desesperado. Luego me sacaron y me llevaron a un centro para menores y ahí fue diferente. Hablé con mi familia y ellos me confirmaron que mi hermano estaba bien. En ese centro de menores estuve un mes y medio; mi tía pidió mi custodia porque era residente y empezamos el trámite.

Me dieron permiso de trabajo, seis meses después me dieron residencia y gracias a eso conseguí mis papeles y lo considero una gran bendición y agradezco a mi tía lo que ha hecho por mí. Las cosas no han sido fáciles pero me abrió caminos.

¿En qué trabajaste?

Empecé a trabajar en restaurantes pero no me gustó, luego me fui a trabajar en construcción y es lo que he estado haciendo hasta el día de hoy. Arreglamos calles, excavaciones para poner electricidad, tenemos que trabajar con martillos de aire.

Trabajo usualmente 40 horas en las fechas calmadas, pero cuando tenemos mucho trabajo se hacen hasta 100 horas a la semana. El sacrificio es bastante grande pero es algo que te va ayudando y comprendes que las necesidades están ante todo; además tengo otro hijo en Estados Unidos. Todo lo que hago es por ellos.

¿En qué momento entra la música?

La música es algo que me apasionó desde pequeño. De parte de la familia de mi mamá todos cantan o tocan algún instrumento; sin exagerar somos una familia numerosa.

¿Qué cantaba en Ilobasco?

Rancheras. Cuando fui creciendo empecé a cantar música de Maná, Enanitos Verdes; después con unos amigos comenzamos a subirnos en los buses y conseguíamos dinero para pagar la comida y los pasajes de regreso.

¿Y lo hacías sin permiso de tu mamá?

Sí, nos veníamos sin permiso ja ja ja yo tocaba la guitarra y otro amigo cantaba. Mi abuelo que vive en Georgia (Estados Unidos) me trajo una guitarra y como de 12 años estuve practicando; un primo me estuvo enseñando y observaba como tocaban los demás. No aprendí como hubiese querido pero aprendí lo suficiente para acompañar mis primeras canciones.

Estuve en el coro de la iglesia, luego en un grupo de la escuela, en teatro; y fueron cosas que me ayudaron a perder el miedo escénico y me fueron llevando a que me gustara el tema de ser alguien público, por decirlo así. Fueron tiempos muy bonitos que no los cambiaría por nada.

Cuando me fui para Estados Unidos y tenía chance salía a unos karaokes. Un amigo que se llama Walberto Orellana –le decimos Waly- hablamos sobre mi gusto por la música, nos reunimos con otros amigos de él que tocaban música norteña; ahí estaba un señor que se llama José Portillo que nos invitó a su casa y a él le gusta tocar bachata.

Ahí fue cuando comenzamos el grupo que le nombramos “Imperio” y comenzamos a tocar bachata. Para mí era el mejor grupo del mundo y yo era el segundo Romeo Santos ja ja ja

Ja ja ja

Fue creciendo ese gusto por la música, esto fue allá por el 2008 y comenzamos a tocar en cumpleaños de familiares. No nos pagaban, solo nos daban la comida pero nosotros contentos

Ja ja ja

Si, teníamos público que nos aplaudía y para nosotros era bastante. Te vas enamorando del ambiente y luego Imperio no pudo seguir y comencé a tocar en una banda que se llama Poder Latino; ahí tocábamos cumbia, salsa, merengue y bachata. Salía de trabajar y me iba a ensayar; fue bastante difícil. Me acuerdo que la primera vez que salimos a tocar y me pagaron $40 por el toque fue buenísimo, porque era mi primer dinero ganado por la música.

Comencé a reunirme más con dominicanos, con grupos de bachata y así vas entendiendo que la música no es solo tocar y que se parezca a algo; sino tocar y hacerlo bien para las personas.

¿Qué cantantes son tu referente?

Frank Reyes, El chaval, Kiko Rodríguez, y Romeo obviamente pero no canto música de él porque mi voz no es tan fina como la de él

¿Cuéntame sobre tu etapa con los Ex Adolescentes?

Eso viene después de Poder Latino. Me gusta también la salsa y me metí a un grupo solo para hacer coros de salsa. Comencé a escuchar más este género y en un momento fuimos a cantar a New York y canté una canción que se llama “Huellas” con un registro súper alto y me salió bien ese día. Por casualidad el manager de ex Adolescentes estaba ahí  y me dijo que le interesaba hacerme una propuesta; tres días después me llamó para un reencuentro con los Adolescentes en Washington D.C.

Sinceramente pensé que era una broma de uno de mis amigos y le colgué, luego me mandó los flayers y todo lo que confirmaba que era cierto; le llamé nuevamente y estaba súper feliz porque es mi grupo favorito de salsa. Llegamos a un acuerdo y me fui con ellos; para mi sorpresa ellos quedaron encantados conmigo porque hice todos los coros que me pidieron y canté unas canciones. De eso hace tres años y sigo con ellos como uno de los cantantes

¿Si eres un cantante activo en la salsa cómo es que te inclinaste por la bachata?

La bachata es un género que se ha mantenido en el gusto musical de las personas; te hablo en New Jersey, ahí la salsa y el reggaetón bajó y la bachata siempre se ha mantenido. Además es un género del que me enamoré desde pequeño porque escuchaba bachata; además empecé con la bachata y fue lo que me hizo aspirar a ser un cantante profesional y tener una vida musical en eso.

Me enamoré de la salsa ya en Ex Adolescentes por su instrumentación, por todo lo que conlleva la salsa; son géneros diferentes pero entre los dos géneros han hecho que ame mucho la música. Cuando escucho esa música me olvido del mundo, de mis problemas, o cada vez que escribo una canción pienso en eso.

Yo participé en un reatity show que se llamó “Tengo talento” y conocí a Dennis Vargas que es un productor que ha trabajado con Prince Royce, Don Omar, 24 Horas, Frank Reyes. Audicioné con una canción súper alta de Juan Gabriel y Dennis me escuchó, se me acercó al final de la audición y me dijo que estaba interesado en trabajar conmigo. Nos reunimos, fui a su estudio y le enseñé una de mis letras; a él le gustaron y comenzamos a trabajar en una de esas.

Yo estaba un poco apresurado porque ves la oportunidad y querés que todo sea por arte de magia, pero poco a poco vas comprendiendo que en realidad las cosas no son así; y que esto de la música es como sembrar un grano de maíz, hay que esperar que crezca, que nazca, abonarlo, limpiarlo, regarlo y cuidarlo para que un día de frutos.

Soy muy exigente y me gusta hacer las cosas bien. Muchas personas me han ofrecido grabarme canciones por $100 o $200 y las canciones que actualmente estoy grabando son mucho más caras que eso; pero que me gano grabar una canción por $200 cuando al final no voy a estar contento con lo que hago y no ofreceré al público algo bueno.

¿Qué es It’s Memo?

Es la producción discográfica. Comenzó cuando conocí a Dennis y llegamos a la conclusión que podíamos hacerlo con los temas que yo tenía y me sugieren un montón de nombres para la producción: MLópez, GJLópez, y otros en inglés pero; a mí desde pequeño me dijeron Memo y pienso que es un nombre que pega rápido e incluso te lo puedes “me- mo- ri- zar”. Era como mantener mis raíces y finalmente salió “It’s Memo”

El disco traer canciones que me identifican mucho. Son tres covers y 8 originales. El disco It’s Memo vienen muchas cosas de mi vida, “Mujer” es un tema que viene y es lo que pienso de las mujeres en general.

En el camino me han propuesto hasta cambiar de nacionalidad; decir que soy de República Dominicana para abrirme camino en la música, pero me he negado rotundamente porque soy salvadoreño y mi sueño es llenar algún día el estadio Cuscatlán en una de mis conciertos.