Científicos confirman que el chocolate es bueno para tu cerebro

A pesar de los muchos beneficios del cacao para la salud que se han encontrado a lo largo de los años, solo hay un número limitado de ensayos aleatorios y la literatura científica cuenta con una mezcla de resultados.

Ahora, científicos italianos han encontrado el modo de aconsejarte con rotundidad que comas chocolate, basándose en la ciencia: en un estudio, publicado en Frontiers in Nutrition, afirman que comer regularmente cacao, el grano seco y fermentado utilizado para hacer nuestro postre favorito, se vincula a mejoras en la memoria de trabajo y en el procesamiento de información visual.

Los científicos encontraron que había suficiente evidencia para apoyar las afirmaciones de salud atribuidas al cacao y, en particular, a unos compuestos concretos denominados flavanoles. El trabajo examinó los efectos de la administración aguda y crónica de cacao y sus flavanoles en la actividad cerebral y en el consumo a largo plazo. Estos compuestos tienen efectos beneficiosos para la salud cardiovascular y pueden aumentar el volumen sanguíneo cerebral. Los participantes en la investigación consumieron una cantidad baja, media o grande de cacao en forma de bebida o barra de chocolate durante un período de entre cinco días y tres meses. Los autores del trabajo notaron mejoras en el rendimiento de la memoria de trabajo (la relacionada con el almacenamiento a corto plazo) y procesamiento de información visual.

Beneficia especialmente a las mujeres

En la población anciana, la ingesta a largo plazo de flavanoles de cacao mejoró la atención, el procesamiento mental, la memoria de trabajo y la fluidez verbal y fue más beneficioso en aquellos que tenían deterioros cognitivos leves o los inicios de la pérdida de memoria. Para las personas sanas, sin el comienzo de la pérdida de memoria, el cacao también podría mejorar el funcionamiento cognitivo normal. Para las mujeres, el consumo de cacao después de una noche de privación total del sueño contrarrestó el deterioro cognitivo asociado a no dormir. Los científicos consideran que estos resultados son prometedores para las personas que sufren de privación crónica del sueño.

Por supuesto, los científicos advierten de algo obvio: existen efectos secundarios potenciales, generalmente vinculados al valor calórico del chocolate, algunos compuestos químicos inherentes de la planta de cacao, como la cafeína y la teobromina, y una variedad de aditivos que añadimos al chocolate como el azúcar o la leche.

El mercado peruano de lácteos se ha visto revolucionado por el retiro de productos denominados como leche, pero que no podían catalogarse como tal, vendidos por el principal grupo del sector. El temblor puso en debate lo que debemos entender, y se nos debe vender, como leche. Pero un debate aún no abierto aguarda en el terreno de las golosinas: si huele a chocolate, luce como chocolate y sabe a chocolate, ¿es chocolate? Los preparados y sus empaques pueden engañar al paladar y nariz menos entrenados, pero no al reglamento de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

El Códex Alimentarius dice que el chocolate nunca deberá tener en su composición total menos de un 35% de sólidos del cacao. De estos, no menos del 18% deberá ser mantequilla de cacao, y no menos de 14% deberán ser sólidos de esta planta libres de grasa. Si en los ingredientes no llegan a esta proporción en el chocolate negro, no es chocolate.