Los trabajos de temporada, una opción para jóvenes que buscan empleo

Por: Samuel Gutiérrez

 

Al finalizar noviembre miles de jóvenes terminan el año escolar y esperan el inicio del año próximo para reanudar sus estudios. Los jóvenes universitarios inician sus estudios en febrero o a principios de marzo, pero ¿qué hacen durante este tiempo?

Un grupo opta por buscar un “empleo de temporada” que les genere ingresos durante los meses que estarán “inactivos”.

Johnny Hernández trabaja desde noviembre de este año en un bazar de ropa en el mercado municipal Sagrado Corazón, en esta capital. Con esto busca generar ganancias para ayudar a su familia, también planea costearse sus propios estudios para el próximo año.

“Yo trabajo porque así le ayudo a mi mamá a comprar las cosas de la casa, también le voy a comprar los útiles a mi hermana para que estudie” dice el joven de 17 años que iniciará su segundo año de bachillerato en el 2015.

Los “trabajos de temporada” generalmente surgen en periodos vacacionales. Muchas veces las condiciones laborales no son iguales a las de un trabajo formal. Se resumen en extensas jordanas de trabajo, por el sueldo mínimo o menos, sin ninguna prestación como Seguro Social y sin un contrato, señalaron algunos jóvenes consultados.

Katherine Alvarenga de 15 años de edad, trabaja de forma temporal en un puesto de ropa ubicado al costado del Palacio Nacional. “Gano $7 diarios y estoy de lunes a domingo”, dice la joven quien sostiene que de su sueldo se comprará “sus estrenos”.

“A veces entro a las 7 de la mañana, y salgo a las 6 de la tarde, depende cómo este el día, y de cómo esté la temporada, esta es mi segunda vez trabajando en temporada, la vez pasada estuvo más lleno” dice Katherine mientras “grita” la venta. Ella sueña estudiar en la universidad y ser veterinaria.

Debido a la facilidad con que se consiguen estos trabajos se convierten en una opción idónea para aquellos jóvenes que desean ganar dinero y no tienen experiencia previa en empresas.

Rina de Contreras, propietaria de un puesto de ropa por mayor en el mercado Sagrado Corazón dice que no importa la experiencia que posean los jóvenes.

“Si no tiene experiencia aquí se le enseñamos nosotros. Aquí lo importante es que los jóvenes quieran ganarse su dinerito y que aproveche su tiempo libre” dice de Contreras y asegura que para la temporada navideña son de 8 a 10 empleados más los que ella solicita en su establecimiento, de los cuales la mayoría son jóvenes de entre 15 a 20 años.

Johnny Hernández dice que por ser “joven” no es fácil encontrar un trabajo estable en cualquier otro establecimiento. “A uno no le dan trabajo tan rápido, te piden que tengas bastantes años de experiencia y si estas estudiando no podes ganar experiencia en ningún trabajo” señaló.

Otra de las ventajas que se pueden obtener de un empleo de temporada es que a partir del desempeño obtenido durante la “época fuerte de venta” se puede determinar si un joven continua trabajando en el lugar, como Brenda Cruz, de 22 años que inicio vendiendo en el negocio de Rina de Contreras en 2013.

“Yo viene en noviembre del año pasado (2013) vine para la temporada y no esperaba quedarme, mi jefa me dijo que si quería me podía quedar el resto del año, y como no me salió trabajo porque no tenía experiencia me quede aquí” dice.

A este tipo de trabajo se le denomina “subempleo” y según cifras oficiales citadas por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES) éste aumentó un 12% de 2008 a 2012.

El Ministerio de Trabajo y Previsión Social no tiene datos sobre este tipo de actividades durante la época y tampoco verifica que los jóvenes empleados tengan las condiciones mínimas necesarias para laborar.

“Esto es un reto, no tenemos ninguna información, desde el departamento de investigaciones lo vamos a lanzar y ya lo tenemos inclusive en el observatorio de mercado laboral” aseguró la Ministra de Trabajo, Sandra Guevara.

Mientras esto sucede la realidad de cientos de jóvenes es buscar el subempleo para obtener ingresos. Muchos se ven obligados a buscar una oferta laboral que se adecue a su poca experiencia y que supla sus necesidades básicas.