Por El País
Más de 36 horas de intensa nevada y fuertes vientos han paralizado la costa Este de Estados Unidos bajo un manto de más de medio metro de nieve. Millones de estadounidenses comienzan este domingo a despejar sus aceras, la entrada a sus viviendas y sus coches, cubiertos completamente por la nieve. La tempestad ha sido una de las peores de la historia de Nueva York, donde a medianoche del sábado ya se acumulaban 68 cm de nieve. Washington la capital, está cubierta por un manto de entre 63 y 76 cm que, según las autoridades, tardarán días en despejar de las calles.
La tormenta Jonas, que ha paralizado desde hace tres días el tercio Este del país, y provocado la muerte de al menos 19 personas. 13 de ellos perdieron la vida por accidentes de carretera durante la tormenta. Seis más sufrieron un ataque al corazón cuando intentaban retirar la nieve en las inmediaciones de sus casas. Las autoridades habían pedido a todos los ciudadanos que no salieran a la calle por las condiciones “de vida o muerte” que trajo la tormenta. En la capital, la nieve comenzó a caer a mediodía del viernes y no cesó hasta medianoche del sábado, con momentos de visibilidad nula por la intensa nevada y los fuertes vientos.
La tormenta Jonas recorrió en 36 horas más de 1.600 km, un total de 20 Estados, y mantuvo a más de 80 millones de estadounidenses bajo alertas por emergencia. En Kentucky y Pensilvania, dejó a decenas de vehículos atrapados en tramos de carretera bloqueados por la nieve. En Nueva Jersey, la crecida del nivel del mar ha provocado inundaciones que superan a las causadas por el huracán Sandy en noviembre de 2012. En Nueva York, las autoridades llegaron a prohibir el tráfico desde mediodía del sábado hasta el domingo por la mañana.
A la 7.00 horas los coches volvían a circular y los puentes y túneles estaban abiertos. También los autobuses volvieron poco a poco al servicio, así como las líneas de metro, aunque aún con retarasos y complicaciones. Con el cielo despejado, el sol cae por la mañana sobre toneladas de nieve que hay que retirar.
La masa blanca acumulada en Central Park, punto de referencia habitual para calibrar el nivel de una tormenta en la ciudad de Nueva York, alcanzó finalmente los 26,8 pulgadas (más de 66 centímetros), muy cerca del récord de la nevada de 2006 (26,9 pulgadas).
“No me importa lo duros que seamos los neoyorquinos”, dijo el gobernador del Estado Andrew Cuomo. “Las carreteras son muy peligrosas y la situación sólo va a empeorar”. Tanto en la capital como en Nueva York la tormenta Jonas cobró fuerza en sus últimas horas, derramando aún más nieve de la esperada justo antes de apagarse. Este domingo, la tempestad ha dado paso a cielos despejados y temperaturas por debajo de los cero grados que no ayudarán a deshacer la nieve acumulada.
En Washington, las autoridades locales declararon un “éxito” que no se produjeran cortes de luz, ya que en los días previos a la llegada de Jonas habían a los ciudadanos para que estuvieran preparados. Sin embargo, en Carolina del Sur y Carolina del Norte, dos de los primeros Estados en sufrir el impacto de Jonas el pasado viernes, aún hay 140.000 residentes sin energía eléctrica. La tormenta y las inundaciones también han causado cortes a 49.000 vecinos de Nueva Jersey, al norte.
La Casa Blanca informó además de que la cancelación de más de 10.000 vuelos este fin de semana también afectó al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que regresaba de un viaje oficial a Turquía junto a su esposa. Ambos debieron permanecer en Miami ante la imposibilidad de aterrizar en Washington.
Las autoridades de la capital han confirmado que los colegios públicos permanecerán cerrados este lunes y han pedido a los ciudadanos que no utilicen las carreteras porque aún no son seguras. Los servicios de emergencia comenzarán a limpiar las calles principales de la ciudad, pero podrían tardar hasta el miércoles en despejar las vías secundarias. En anticipación, el Congreso ha pospuesto las votaciones convocadas este lunes.