¿Existe un universo espejo donde el tiempo se mueve hacia atrás?

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Por Agencias

Dos equipos independientes de físicos han estado examinando el flujo del tiempo en el Universo, y han propuesto que hace aproximadamente unos 14 millones de años, el Big Bang podría haber dado lugar a un universo espejo inverso, donde el tiempo se mueve en la dirección opuesta: en vez de ir hacia adelante, se mueve hacia atrás.

Así, desde su particular perspectiva, nuestro tiempo fluiría del futuro hacia el pasado: “El tiempo no es algo que preexiste. De la dirección y el flujo del tiempo tenemos que deducir lo que está ocurriendo en el Universo. Cuando lo vemos de esta manera, es natural decir que el tiempo comienza en ese punto central y fluye en direcciones opuestas”, explica Julian Barbour, físico de la Universidad de Oxford (Reino Unido) a la revista Quartz.

De hecho, si el tiempo fluyera al revés, ninguna de las leyes fundamentales de la Física se vería afectada y las ecuaciones que mejor definen nuestro universo (la Gravitación Universal de Newton, la Teoría de la Relatividad de Einstein, la electrodinámica de Maxwell, la mecánica cuántica) funcionan perfectamente tanto si el tiempo fluye hacia adelante como hacia atrás.

Dos equipos de físicos han llegado así a resultados similares utilizando un modelo de partículas diferentes. El primero, formado por Julian Barbour y otros colaboradores, descubrió que, gracias a la gravedad, las partículas podían expandirse en varias direcciones, por lo que también el tiempo podía moverse en ambas direcciones, en un universo donde la posibilidad de fluir hacia adelante o hacia atrás en el tiempo era igualmente aceptable.

El segundo, -cuyo trabajo ha sido publicado en New Scientist-, Sean Carrol, del Instituto de Tecnología de California, y Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachussets (EE.UU.) concibieron una nube fina de partículas y la dispusieron en un teórico universo infinito. Al hacerlo, surgieron de forma espontánea dos flechas temporales diferentes: una hacia adelante y la otra, tras permanecer apiñada en el centro de la nube, justo en la dirección contraria, como dos puntas en la flecha del tiempo.

De esta manera, si una flecha del tiempo surge en una dirección, lo mismo sucederá en la dirección opuesta, con independencia de su punto de partida. Según los investigadores, este modelo revela que todas las partículas se mueven hacia afuera, que la entropía crece sin límite y que el “tiempo cero” sería el punto de entropía más bajo.