En «El Conjuro 2» se cuenta la historia de cómo los parasicólogos Ed y Lorraine Warren viajan a Enfield, en Londres, para descubrir cuál es el origen de una posesión demoníaca que tiene origen en una vieja casa donde el fenómeno Poltergeist ha atacado a la familia Hodgson
La historia se basó en el caso real de posesión de las niñas de la familia. Al final se descubrió que ellas fingían muchas cosas (algo que no pasa en la película, por supuesto), solamente para complacer a los medios de comunicación. Aunque sí existió un Poltergeist real al comienzo: los espíritus se manifestaban a medida que ellas no tenían miedo. Pero luego «desaparecieron», afirma la historia oficial.
En la película, por supuesto, hay fenómenos mucho más aterradores y brutales. Y hay un ente en particular que es el más escalofriante de todos: una monja demoníaca que le augura a la misma Lorraine Warren (Vera Farmiga) su propia muerte.
Un ente maligno que, uno de los habitantes de la casa, plasma en un cuadro y por el que el demonio se termina manifestando.
El espíritu maligno es tan aterrador que ha quedado como lo más impresionante de toda la película, en general. Este es interpretado por Bonnie Aarons, quien luce así en la vida real
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Al comienzo, el personaje no estaba planeado. El demonio iba a ser tradicional en su representación, con cuernos. Pero el director, James Wan, quiso reemplazarlo con una monja. En marzo grabaron las partes donde aparecía el personaje. Al final se sabe su nombre. Se llama Valak, que es el presidente del Infierno que tiene hasta 38 legiones de demonios a gusto. Domestica a las serpientes y profana cuerpos benignos, como los de las monjas y sacerdotes.
A Bonnie muchos la conocen por el papel de noble arribista de «Genovia» en «El diario de la Princesa». Allí, ella y su marido querían quedarse con el trono de la princesa «Mia». Su marido, por supuesto, alababa la belleza de su esposa y decía que ella era mucho más bella que el personaje interpretado por Anne Hathaway
