Acusan al jefe de campaña de Trump de formar parte de red corrupta de expresidente ucraniano

Manafort es el jefe de campaña de Trump desde marzo de este año. Foto: Agencias.

Agencias

El jefe de campaña del candidato republicano, Paul Manafort, habría colaborado con el clan corrupto del prorruso depuesto presidente ucraniano, Viktor F. Yanukóvich.

Manafort habría cobrado durante 2007 y 2012 una cantidad de 12.7 millones de dólares por asesorar a Yanukóvichy habría formado parte de varios negocios ilegales y compañías «offshore»del expresidente ucraniano, según informa The New York Times con información de la Oficina Nacional de Anticorrupción ucraniana.

A los guiños de Donald Trump, a su hómologo ruso, Vladimir Putin, y los rumores de que Rusia podría estar detrás de las filtraciones de los emails del Partido Demócrata se une ahora esta nueva relación de Rusia con figuras clave en la carrera hacia la Casa Blanca.

Manafort es el jefe de campaña de Trump desde este mes de marzo, cuando despidió al controvertido Corey Lewandowski. Antes de ayudar al candidato republicano Manafort había asesorado al exdictador filipino Ferdinand Marcos y al ucraniano Yanukóvich, entre otros, dentro de su trabajo como asesor internacional.

La Oficina Nacional de Anticorrupción ucraniana confirmó en un comunicado haber encontrado el nombre de Manafort un total de 22 veces en 400 páginas incautadas en la tercera planta de la otrora sede del Partido de las Regiones, del que formaba parte Yanukóvich, en una redada para desenmascarar la corrupción del antiguo gobierno del país.

«Paul Manafort está entre los nombres encontrados en las llamadas «cuentas black» del Partido de las Regiones», reza el comunicado. A pesar de todo no está claro el motivo del pago a Manafort ni si el dinero le llegó, ya que no se han encontrado recibos bancarios.

Entre los negocios que Manafort habría hecho con Yanukóvich se encuentra la venta de los activos de la televisión por cable ucraniana a una compañía formada por Manafort y el ruso Oleg Deripaska, un aliado de Putin.

Desde la salida de Yanukóvich, quien se vio obligado a exiliarse en Rusia en febrero de 2014 tras las protestas de Euromaidan, Manafort habría continuadoayudando a los aliados del exdirigente prorruso a formar un bloque de oposición al gobierno proeuropeo del actual presidente de Ucrania, Petró Poroshenko. Según The New York Times a día de hoy aún no se habría disuelto la empresa con la que operaba en el país, Davis Manafort International.

Red de corrupción de Yanukovych

En la redada se han encontrado pagos desde cientos de dólares hasta millones. En unos documentos revelados en 2012 se encontraron un pago de8.4 millones de dólares al propietario de la empresa de publicidad que llevaba la campaña de Yanukóvich además de otro pago de 67.000 dólares por un reloj, según informa The New York Times.

Los documentos del escándalo salieron a la luz este año tras la filtración por parte del diputado Serhiy A. Leshchenko de pagos por valor de 66 millones de dólares hechos en 2012 por parte del Partido de las Regiones. Leshchenko entonces proporcionó todos los pagos que le habían filtrado a laOficina Nacional de Anticorrupción. Esta oficina gubernamental, que no tiene potestad para imputar a nadie, recibe ayudas económicas de la Unión Europea y Estados Unidos y tiene un acuerdo de colaboración con el F.B.I.
La campaña de Clinton pide explicaciones.

Poco ha tardado su rival, la demócrata Hillary Clinton, en criticar las presuntas relaciones de Manafort con el depuesto gobierno pro-ruso ucraniano. El jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, ha dicho que es necesario que Trump haga público cualquier negocio de su empleados de su campaña con Rusia.

«Donald Trump tiene la responsabilidad de hacer público las relaciones del jefe de campaña Paul Manafort y cualquier otro asesor y empleado con Rusia o entidades pro-Kremlin, incluido si recibieron compensación económicapor sus servicios», ha dicho Mook, quien ha insistido en la deriva pro-Rusia de su rival.

Mook ha dicho que es necesario responder a las dudas contestar a surgidas debido a «las políticas pro-Putin adoptadas por Donald Trump».