Gobierno y oposición miden fuerzas con marchas en Caracas

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Oficialistas y opositores medirán fuerzas el miércoles con marchas separadas en las calles de Caracas, en un contexto de creciente tensión que amenaza con agravar la crisis que afronta el país sudamericano.

Algunos puntos y avenidas de la capital y las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y la Defensoría del Pueblo, en el centro de la ciudad, fueron tomados desde el amanecer por policías y guardias nacionales con equipos antimotines y tanquetas. En tanto, una veintena de estaciones del metro fueron cerradas por seguridad.

La coalición opositora convocó a sus seguidores a una «gran toma» de Caracas desde 26 puntos de la capital que confluirán en la sede de la Defensoría del Pueblo, a la que han tratado de marchar en al menos cinco oportunidades este mes pero han sido bloqueados por los cuerpos de seguridad.

La oposición llamó a manifestaciones en 23 estados del país en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro, que enfrenta las tensiones políticas en medio de una crisis económica que ha provocado la escasez de alimentos y bienes básicos y una inflación de tres dígitos.

Maduro acusó la noche del martes a sus adversarios de promover un golpe de Estado y señaló a Estados Unidos, sin presentar pruebas, de tratar de «asaltar el poder político en Venezuela».

Tras anunciar que algunos militares y civiles fueron detenidos por su supuesta vinculación con un complot, el mandatario dijo que activó un plan militar pero no ofreció detalles de la operación. Durante sus cuatro años de mandato Maduro ha denunciado más de una docena de complots.

La activación del plan militar fue rechazada por organizaciones humanitarias y opositores que señalaron a Maduro de tratar de intimidar a sus adversarios y amenazar a la población con «represión militar» para frenar las manifestaciones que en las últimas tres semanas han dejado cinco muertos, varias decenas de heridos y 241 detenidos.

La situación en Venezuela ha generado preocupación entre varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, que exhortaron a Caracas a que garantice la realización de movilizaciones pacíficas y han pedido a los opositores no promover acciones violentas.

Al rechazar la activación del plan militar, el dirigente y excandidato presidencial Henrique Capriles dijo la noche del martes que la oposición responderá marchando pacíficamente para enfrentar el «autogolpe» que aseguró que dio Maduro a fines de marzo luego de dos sentencias en las que el Tribunal Supremo de Justicia asumió los poderes de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los legisladores. Aunque los fallos fueron revertidos no han cesado las protestas contra el gobierno.

Capriles dijo que la oposición mantendrá su presión para que se convoquen elecciones generales, se abra un canal humanitario para recibir alimentos y medicinas y se libere a los presos políticos.

En respuesta a la marcha de la oposición el gobierno también convocó a una gran movilización en el centro y oeste de la capital y los alrededores del palacio de gobierno que contará con la participación de miles de civiles uniformados, conocidos como «milicias», y unos 60.000 motorizados, adelantó el líder del oficialismo y diputado Diosdado Cabello.

«Vamos todos a la conquista de la paz, a defender la patria, la constitución, la revolución», dijo Cabello en su cuenta de Twitter al invitar a los seguidores a marchar el miércoles, cuando se conmemora el inicio del movimiento independentista que comenzó en 1810 con una rebelión civil y culminó el 5 de julio de 1811 con la declaración de independencia del reino de España.

En medio de la creciente tensión política Maduro anunció a inicios de semana que aumentará a 500.000 el número de civiles uniformados y que le entregará a cada uno un fusil, decisión que generó preocupación entre algunos gobiernos y entes internacionales.

Fuente: AP