Una opción de estudio superior para personas retornadas

La viceministra para los Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, y el rector de la Universidad Evangélica de El Salvador, César Emilio Quinteros firmaron convenio | Foto cortesía de Cancillería

Por: Remberto Domínguez

La viceministra para los Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín, y el rector de la Universidad Evangélica de El Salvador, César Emilio Quinteros, suscribieron este jueves un acuerdo de cooperación con el propósito de emprender acciones conjuntas que beneficien a los compatriotas alrededor del mundo, así como a la población retornada.

Esta alianza pretende que los retornados a nuestro país, como los que viven fuera de nuestras fronteras, tengan la facilidad de continuar sus estudios universitarios por medio de las modalidades de reingreso, ingreso por equivalencia o en línea.

«El convenio se va a ejecutar en dos partes: la primera; seria implementar inmediatamente con las persona que retornan al país que culminen sus carreras o inicien una nueva. Segundo; esto atañe a las salvadoreños que viven fuera del territorio, como mencionamos en el convenio, eso se trabajara con el viceministerio y la universidad, pero esa parte no se ha terminado, ya que está en la fase de diseño y la vamos anunciar cuando esté lista», dijo la viceministra Magarín.

La UEES pondrá a disposición licenciaturas, ingenieras,  técnicos, pos grados y programas de educación no formal como diplomados, cursos técnicos especializados, entre otros.

Además, junto a la Dirección General de Vinculación con Salvadoreños en el Exterior, adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores, se elaborará el diseño de lineamientos que brinden opciones de formación a la comunidad en el extranjero y contribuir así al progreso y crecimiento profesional.

Cancillería ha promovido diversas iniciativas y proyectos junto a otras instituciones que favorecen la reinserción de la diáspora salvadoreña como programas de atención psicosocial y formación emprendedora para personas retornadas.

Cuando los repatriados terminan sus procesos de aprendizaje reciben capital semilla para echar andar sus ideas de negocios, con las que pueden tener una fuente de subsistencia para ellos y sus familiares.