30 años de cárcel para pandillero que mató a su hijastro de 22 meses de edad

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El Metropolitano Digital

Kevin Eduardo García Valladares, de 23 años de edad recibió una condena de 30 años en prisión por el delito de homicidio agravado en perjuicio de su hijastro Miguel N., de un año y diez meses.

Según explicó la Fiscalía General de la República, los hechos iniciaron en horas de la mañana del 31 de julio de 2016, cuando el menor y su hermano de tres años, se encontraban en su casa de habitación bajo el cuidado personal del ahora condenado, compañero de vida de la madre de ambos menores, quien cuando se encontraba en labores del hogar escucho en dos ocasiones  que el niño lloraba, al preguntar que sucedía, el García Valladares le manifestaba que el niño se había caído del colchón sobre los juguetes.

El condenando acusó en dos ocasiones al hermano de tres años, de que él, había empujado al menor del colchón, y que este había caído sobre unos juguetes, donde se golpeó el estómago y la cabeza,  ese mismo día a eso de las 3:30 de la tarde la abuela de los niños se los llevó a  su casa,  regresándolos a eso de las 7:30 de la noche; la abuela le preguntó a la madre de los niños que porque Miguel tenía moretes, a lo que ella le respondió que quizás el niño se había caído.

Durante la noche la madre del niño escucho que este se quejó mientras dormía, por lo que  al día 1 de agosto de 2016, lo llevó a consulta , pero el el niño no respiraba y todo su cuerpo estaba aguadito,  en el centro médico un doctor le manifestó que el niño estaba muerto, que llamarían a Medicina Legal y la Fiscalía General de la República, ya que el cuerpo del niño presentaba muchos golpes.

Al realizar Medicina Legal la autopsia a Miguel N., se determinó que la causa de la  muerte, fue por  politraumatismo contuso, con evidencia externa de trauma reciente: Múltiples traumatismos contusos en varias partes de su cuerpo; por lo que según investigación de campo se determinó que Kevin Eduardo García Valladares, fue quien causó los golpes al niño, ya que no soportaba el llanto y ese era el motivo de las golpizas recibidas.