Agencias
Una niña de 13 años ha muerto y 12 personas han resultado heridas, cuatro de ellas graves, este lunes en un pequeño pueblo de la región parisina, en Seine-et-Marne, después de que un conductor estampara deliberadamente su coche en torno a las 20h30 contra la terraza de pizzería, según cuenta la cadena francesa BFMTV. La policía francesa ha detenido sin dificultades al conductor poco después del suceso.
La foto del coche, de marca BMW, estampado en el restaurante, situado en una zona industrial, ha comenzado a circular en las redes sociales. Por el momento, se desconocen las motivaciones del atacante. Y aunque a priori la Fiscalía cree que no tiene nada que ver con un acto terrorista, el portavoz de Interior, Pierre-Henry Brandet, no descarta de momento ninguna hipótesis aunque la pista terrorista no sea la principal. El individuo arrestado, de 32 años y con un perfil psicológico inestable, no estaba fichado por la Policía y quiso suicidarse la semana pasada, según un portavoz del Ministerio francés de Interior. Tras empotrar el vehículo, el joven trató de salir de la pizzería. La gendarmería ha establecido un perímetro de seguridad en la zona.
Las autoridades no han aclarado oficialmente las motivaciones del conductor ni su identidad, si bien fuentes citadas por France 2 apuntan a que hace unos días había intentado quitarse la vida. Una fuente judicial ha asegurado a BFM TV que las primeras declaraciones del detenido «permiten descartar la pista terrorista».
Este incidente se suma a otro similar ocurrido hace menos de una semana y en el que seis militares sufrieron heridas como consecuencia de otro atropello en Levallois. El conductor, de origen argelino, fue detenido tras huir del lugar de los hechos.
