El intenso calor que todavía hace que una gran cantidad de personas opten por usar un ventilador por las noches, con el objetivo de mantenerse frescos.
Si bien la costumbre puede parecer muy práctica, especialistas advierten que representa un serio riesgo para las personas.
Especialistas aseguran que dormir con el ventilador encendido y, peor aún, apuntando hacia el cuerpo, reseca las “mucosas de las vías respiratorias”.
¿Qué genera esto? Que las personas queden vulnerables a sufrir de bronquitis y, quienes padecen de asma, sinusitis o rinitis estacional, se vean doblemente afectados.
Además, el aire frío también reseca la piel y los ojos… es común que estos últimos luzcan irritados y rojos.