Por qué dormir lo suficiente debería estar en tu lista de propósitos de año nuevo

Las horas que dedicas cada día a dormir determinan muchas de las actitudes que y disposiciones que tienes cuando estás despierto. No dormir lo suficiente puede causar  problemas de rendimiento en el trabajo además de volverte más propenso a comer comida basura, entre otras consecuencias.

Según informa ABC Australia, el 40% de los australianos duerme menos de lo que debería. La cantidad promedio para un adulto es de alrededor de siete horas, mientras que 12 % obtienen menos de 5 horas.
Las consecuencias de esta falta de horas de sueño puede tener consecuencias catastróficas para tu salud. Una de ellas es rendir menos en el trabajo. Según informa el medio, nuestros cerebros usan el tiempo de sueño para ordenar nuestras experiencias, «limpiarnos» y eliminar las conexiones de información que no necesitamos.
Dormir lo suficiente por tanto asegura que seamos menos propensos a cometer errores costosos en el trabajo y en el hogar.
Estar despierto por más de 17 horas afecta tu capacidad para pensar tanto como tener una concentración de alcohol en sangre por encima de 0.05.
Dormir lo suficiente también puede ser útil para controlar nuestra ingesta de alimentos. La respuesta del cuerpo a comer alimentos cambia cuando el sueño está restringido. Tan solo una semana de sueño restringido se asocia con niveles de glucosa (azúcar) que se aproximan a los niveles pre-diabéticos.
Entonces, ¿cuánto sueño necesitamos?
La American Sleep Foundation recomienda que los adultos de entre 18 y 64 años tengan entre siete y nueve horas de sueño cada noche, mientras que los adultos mayores deben apuntar entre siete y ocho horas.
Para llegar a dormir las horas necesarias, existen algunos consejos sencillos y muy útiles que puedes comenzar a insertar en tu rutina diaria.
– Reducir  la exposición a luces brillantes antes de dormir: manejar dispositivos móviles, ver la televisión o estar con el ordenador antes de irte a dormir puede retrasar el aumento de melatonina, que es la hormona que produce la somnolencia.
– Establecer una rutina: las actividades constantes, como cepillarse los dientes o leer un libro a una hora regular cada noche pueden ayudar a tu cuerpo a  prepararse para ir a la cama.
– Habla de sueño con tu médico: si no duermes las horas suficientes puede que padezcas apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas o insomnio. Obtener la ayuda de un médico para estas afecciones afectará a tu salud física y mental.
Fuente: Cuatro