Agencias
En septiembre del año pasado, Lili Estefan anunció entre lágrimas estar separándose del padre de sus dos hijos, el empresario cubano Lorenzo Luaces, tras 25 años de matrimonio.
Posterior y comprensiblemente abrumada, la conductora del programa El Gordo y La Flaca, y sobrina de Emilio Estefan, se ausentó de la pantalla chica por casi un mes para asimilar con detenimiento lo sucedido y compartir tiempo al lado de sus hijos, Lorenzo, de 18 años, y Lina, de 15.
Finalmente, al cabo de tres semanas de ausencia retornó al show a comienzos de octubre de 2017, y esto fue lo que dijo:
“Creo que me tocó en un momento muy fuerte, un momento en el mundo muy fuerte; sin embargo tengo mucho que decirles(…) estoy bien. El Gordo y la Flaca será́ mi mejor terapia”.
Han pasado ya siete meses desde su separación, y según los registros públicos de la Corte de Miami, Florida, la petición formal de divorcio fue sometida por el mismo Lorenzo Luaces el pasado 17 de abril.
En el documento legal, estaría por definirse la manutención de Lina, hija que tienen en común, y que por ser menor de edad aún requiere de la dependencia económica de sus progenitores. El mayor de sus hijos, Lorenzo, alcanzó la mayoría de edad el año pasado.
