Agencias
A principios de este mes, Christina Aguilera anunció que dejaba para siempre The Voice. En una entrevista con la revista W, publicada este miércoles, Aguilera aseguró que después de hacer seis temporadas con CeeLo Green, Adam Levine y Blake Shelton se sintió como en una «rueda de hámster».
«Las cosas comenzaron a cambiar», explicó Aguilera.
«Firmé para un show en que el elemento de una audición a ciegas era algo interesante, algo genuino. Después de un rato empiezas a ver que todo el mundo es bien parecido», dijo con una carcajada la superestrella pop. «No era un lugar en el que me sentía cómoda. Era simplemente parte de una máquina de hacer dinero. Cuando dejo de creer en algo me pregunto, ‘¿Qué hago aquí?’. Escogí tener mi lugar ahí por mucho tiempo y hacer algo muy comercial por mis pequeños. Pero en un punto sentí que ni siquiera a ellos le hacía un bien engañándome. Deberían ver a su madre viviendo su mejor vida posible».
La última participación de Aguilera en The Voice fue en 2016, pero no salió por el romance de Shelton con Gwen Stefani, una de las coaches más nuevas. «¡Dios mío, no!», dijo sobre su supuesta pelea con la cantante de No Doubt. «No, nunca tuvo que ver con ninguna persona. En realidad me parece muy tierno que Blake y Gwen encontraran el amor en ese ambiente caótico».
«Peleé por mucho tiempo para que hubiesen dos mujeres en esas sillas. Y, por mucho tiempo, simplemente me dijeron que no era lo que la audiencia quería», agregó Aguilera. «Pero sepan que detrás de escenas luché mucho».
Aguilera dijo que las temporadas finales de The Voice le recordaron a un periodo temprano de su carrera, antes de que lanzara su segundo disco, Stripped, y construyera su imagen más comercial de «genio en una botella». «Una vez más me vi en ese lugar donde me dicen qué hacer, qué es aceptable y qué es inaceptable, qué está bien o qué no está bien», aseguró. «Es como, Dios, ahora soy madre de dos chicos». En otras palabras, prepárense, «La genio salió de la botella».
