Culmina primera sesión del diálogo en Nicaragua marcada por reproches

La primera sesión de la mesa de diálogo nacional en Nicaragua, instalada este miércoles (16.05.2018) para buscar una salida a la crisis que ha dejado al menos 58 muertos en las últimas semanas, culminó marcada por duros reproches, principalmente, entre los estudiantes y el presidente del país, Daniel Ortega.

Tras esta primera reunión, parte del movimiento estudiantil ha rechazado participar en este diálogo nacional. Los atrincherados en la Universidad Autónoma de Nicaragua leyeron un comunicado pocas horas después de terminar la reunión en el que afirman no estar de acuerdo con esa mesa de negociación y protestó porque «no se garantiza la seguridad de los estudiantes».

El mandatario, que llegó junto con su esposa y bajo fuertes medidas de seguridad al Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, fue recibido con gritos de «asesino» por parte de numerosos manifestantes.

Pasadas las 10.15 hora local (16.15 GMT) comenzó el acto de instalación del diálogo y justo cuando los obispos, los mediadores del proceso, daban la palabra a Ortega, los universitarios presentes en la mesa gritaron «¡eran estudiantes, no eran delincuentes!», en relación a los muertos durante las protestas.

Piden renuncia de Ortega

«Presidente, exigimos que cese de inmediato la represión», clamó el representante de los estudiantes en el diálogo, Lesther Alemán. La irrupción de Alemán causó impacto porque interrumpió al presidente con su fuerte voz y porque dejó claro que el tema principal del diálogo debe ser la renuncia de Ortega al poder.

Mientras el estudiante insistía en que los jóvenes murieron a causa de la represión del Gobierno, Ortega se mantuvo impasible en su silla, junto a su esposa y vicepresidenta, quien no pudo ocultar cierto nerviosismo.

Tras la exigencia estudiantil, Ortega comenzó su declaración recordando los años de la guerra interna nicaragüense y las miles de muertes que se produjeron durante ese conflicto armado.

Defiende a la Policía

El mandatario lamentó las víctimas registradas en las protestas contra su Gobierno, pero defendió la actuación de la Policía que, dijo, «tiene órdenes de no disparar» a los manifestantes.

«La sangre no tiene diferencia de colores, en todos nosotros corre la misma sangre. A todos nosotros nos duele la muerte de nuestros seres queridos. Tenemos razón de indignarnos», indicó. El presidente, quien en ningún momento de su discurso ordenó el cese de la represión ni la condenó, defendió el papel de la Policía que, a su juicio, «ha sido víctima de esta campaña».

Ortega afirmó que «tiene que haber justicia para todos, para los estudiantes, policías, trabajadores, religiosos… justicia no es solo para unos, no es que solo para un lado vamos a ver los muertos, los muertos están de todos lados».

Nicaragua espera que el diálogo nacional, que se retomará el próximo viernes, ponga fin a una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, que ha cobrado entre 58 y 65 muertes en 29 días.

Tomado de DW