Quim Torra, nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña

Agencias

Quim Torra ha pasado el examen de los anticapitalistas para lograr ser investido este lunes presidente de la Generalitat. Pero lejos de darle un cheque en blanco, la CUP ya le ha advertido de que «no facilitarán la gobernabilidad» en la recién estrenada legislatura.

La militancia ‘cupaire’ ha decidido este domingo facilitar que sea él quien pilote el nuevo Govern con la abstención de sus cuatro diputados en el Parlament. La organización ya pactó esta fórmula para todo aquel que no fuera Carles Puigdemont y que no llevara consigo un programa de gobierno «republicano». El sábado así lo hicieron, y lo repetirán este lunes para que esta vez pueda abandonar el hemiciclo coronado con 66 votos de JxCat y ERC frente a los 65 de la oposición.

Se quedó corto

Tras blindar su posicionamiento en una reunión exprés del consejo político y el grupo de acción parlamentaria (GAP), los anticapitalistas han salido a defender lo suyo y, en vez de pintarlo como una tendida de mano a Torra, entendiendo lo indispensables que son sus votos, han espetado que «no lo apoyaban» y que así lo definía su abstención.

El portavoz del secretariado nacional, Lluc Salellas, ha argumentado su postura marcando distancias con JxCat y ERC. «Han expresado políticamente con hechos una reculada de lo que se había conseguido en el otoño del 2017», ha sentenciado en alusión al referéndum del 1-O y a la declaración unilateral de independencia (DUI). Y ha llamado a «materializar la república».

«Aun así», ha proseguido, «en el contexto político actual, de limitación de derechos sociales y políticos y de auténtica represión por parte de un Estado totalitario como es el español, no bloquearemos una investidura que dos partidos han querido sacar adelante», no sin recelos por no haber formado parte de ello. Y ha avisado a Torra, de la misma forma que lo hizo el sábado en el Parlament Carles Riera: «Tomamos nota de su discurso pero creemos que se quedó corto y que hay que ir mucho más allá de lo que expresó para conseguir que la república sea efectiva».

Para lograr cimentarla, Salellas ha perseverado en que sus cuatro diputados exigirán «día tras día» que sus alegatos «no queden en simples palabras que se puede llevar el viento», y ha apresurado al futuro ‘president’ a «que se conviertan en hechos lo más pronto posible» porque «es lo que ha votado el pueblo de Catalunya».