Maduro es investigado por la trama de lavado de 1.200 millones de dólares de PDVSA

Agencias

El propio presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, podría estar envuelto en la trama internacional de lavado de dinero a la que las autoridades de EE.UU. atribuyen haber blanqueado 1.200 millones de dólares desfalcados de la petrolera estatal venezolana PDVSA.

El periódico «Miami Herald», citando fuentes con información directa del caso, ha revelado que Maduro es la persona identificada como el «funcionario venezolano 2» en la denuncia presentada el pasado miércoles en un tribunal federal de Florida el pasado miércoles y que detalla las operaciones de la red de blanqueo. Dos personas, un ciudadano alemán y un estadounidense de origen colombiano, fueron detenidas esta semana en relación a la trama.

 De acuerdo con el citado diario -y su gemelo en español «El Nuevo Herald»-, los hijastros de Nicolás Maduro recibieron 200 millones de dólares en «dinero sucio», mientras que un conocido magnate venezolano, Raúl Gorrín, percibió otros 78 millones de dólares.

Si bien no se han presentado cargos contra el mandatario bolivariano, las fuentes citadas por el diario aseguraron que Maduro está siendo investigado por permitir que familiares, allegados y funcionarios saquearan la petrolera, para luego tratar de lavar miles de millones de dólares en bancos europeos y estadounidenses, propiedades inmobiliarias en el sur de Florida y en otros activos. Más aún, una de las fuentes consultadas apunta que «todo se maneja a través de él».

 De acuerdo con la información publicada, los tres hijos de la esposa de Maduro, Cilia Flores, son quienes aparecen en la denuncia como «los hijos políticos del funcionario venezolano 2» y en otras ocasiones como «los chamos» (término que se emplea en Venezuela para referirse a «los chicos»).

En cuanto a Raúl Gorrín, sería el nombre detrás de a quien el escrito se refiere como «el conspirador 7” y al que se define como «presunto millonario miembro de la boliburguesía y dueño de una red de televisión en Venezuela». Gorrín, declarado persona non grata en Miami por sus supuestos vínculos con el chavismo, es conocido por la compra en 2013 de Globovisión, un canal crítico con el régimen bolivariano. Su abogado, Howard Srebnick, ha negado al «Miami Herald» que su cliente esté «involucrado en ningún tipo de lavado de dinero».

La denuncia revelada por el Departamento de Justicia de EE.UU.indica que la conspiración habría comenzado en 2014 con una trama de cambio de moneda para desfalcar unos 600 millones de dólares de PDVSA, obtenidos a través de soborno y fraude, y las operaciones para lavar parte de las ganancias. En mayo de 2015, se habría doblado supuestamente la cantidad malversada de la petrolera, hasta 1.200 millones de dólares. Actuarían como cómplices diferentes gestores financieros tanto en Estados Unidos como en otros países, tejiendo una red de blanqueadores de dinero profesionales.

 En relación a esta red, el pasado martes fue detenido Matthias Krull, ciudadano alemán de 44 años residente en Panamá, y el miércoles se arrestó a Gustavo Adolfo Hernández Frieri, colombiano de 45 años nacionalizado estadounidense. Hay otras seis personas acusadas -cuatro ciudadanos venezolanos, un portugués y un uruguayo-, pero por el momento no están detenidas.