EL MUNDO. – El campeón de los 400 metros vallas en el Mundial de Pekín 2015, el keniano Nicholas Bett, falleció este miércoles en un accidente de tráfico en el pueblo de Lessos, cerca de Eldoret, en el centro de su país. El vallista acababa de regresar del Campeonato de África celebrado en Asaba, en Nigeria, donde no había conseguido medalla. Su familia y la policía local confirmaron su fallecimiento esta mañana. Al parecer, el automóvil se salió de la carretera y se estrelló contra una zanja.
La Federación de Atletismo de Kenia emitió un comunicado lamentando «la desaparición repentina de uno de nuestros mejores atletas (…) Nuestras condolencias a su familia y a toda la fraternidad de atletismo».
Después de su triunfante victoria en el Mundial de Pekín 2015, Bett fue a los Juegos Olímpicos de Río 2016 entre los favoritos para el oro, pero tropezó con el último obstáculo y no pudo clasificarse para las semifinales. Entonces empezó una mala de racha que le dejó el 2017 prácticamente en blanco. Esta temporada, antes del Campeonato de África, Bett ya había competido en los Juegos de la Commonwealth, en Gold Coast, donde sólo consiguió acabar octavo en los 400 metros vallas. Participó en el relevo 4×400 de esa competición, pero Kenia fue descalificada.
Como tantos otros atletas kenianos, Bett era policía de profesión. Su hermano gemelo,Aron Koech, también es un especialista en los 400 metros vallas. En el instituto ambos jugaban a voleibol, pero su padre, que ya había sido vallista, siempre quiso que siguieran sus pasos. «Cuando volvía de pastorear vacas, nos ponía unos palos a modo de obstáculos y nos hacía competir entre nosotros», explicaba en 2015, con su oro al cuello.
