Agencias
Las personas que regularmente usan productos de limpieza profesionales tienen un riesgo mayor de problemas pulmonares. Así lo estableció un estudio con más de 6.000 individuos.
Un reciente estudio, liderado por investigadores de Mayo Clinic, descubrió que las mujeres que regularmente usan productos de limpieza, en especial aquellos que funcionan como productos de limpieza profesionales, pueden con el tiempo sufrir un deterioro más rápido de la función pulmonar.
El trabajo consistió en evaluar a más de 6000 personas durante dos décadas. Los investigadores descubrieron que las personas que usaron productos de limpieza en espray por lo menos una vez por semana mostraron un deterioro más rápido de lo normal en su función pulmonar.
Las mujeres que desempeñaron trabajos de limpieza profesional y estuvieron expuestas diariamente a estos productos, mostraron una tasa más rápida de deterioro de la función pulmonar. La exposición a los productos de limpieza no se vinculó al deterioro de la función pulmonar en los hombres, pero eso quizás se debió a que solo participaron pocos en el estudio.
Clayton Cowl, de Medicina Preventiva, Ocupacional y Aeroespacial de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota explicó a través de un comunicado, «que la función pulmonar de todos se deteriora lentamente a partir de los 35 años, haciendo más difícil el transporte del oxigena a todos los tejidos del cuerpo y disminuyendo la cantidad de aire que fluye a través de los pulmones. La edad también vuelve menos flexible a la pared torácica y el abdomen, lo que puede interferir con la capacidad de aspirar profundo».
Los investigadores advirtieron que pese a que este estudio brinda información importante, los resultados no significan que sea peligroso limpiar su casa. No olvide que los participantes del estudio que se vieron mayormente afectados en su salud pulmonar fueron quienes tuvieron exposición diaria a los productos de limpieza con potencia industrial.
Entre los consejos para las personas que interactúan con estos productos está reducir la cantidad de sustancias químicas que usan. Por ejemplo, usar agua tibia y un paño de microfibra para limpiar las superficies, generalmente es igual de eficaz que rociar la superficie con el espray de un producto de limpieza.
Los expertos también recomiendan evitar la mezcla de productos de limpieza, porque cuando se mezclan, los contenidos de ciertos productos desencadenan reacciones químicas peligrosas, como ocurre al combinar amoniaco con cloro.
«Esa mezcla produce gases tóxicos que, al inhalarlos, provocan tos, dificultad para respirar e irritación de la garganta, los ojos y la nariz. También evite usar productos catalogados como irritativos para la respiración, como es el caso de ciertos ambientadores, de algunos suavizantes de telas y de los productos cáusticos para limpiar desagües y hornos», apuntaron.