A ritmo de zumba y religión

Fotos de cortesía

Por Lenny Castro

Moradora en Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde el Islam es la religión que prevalece y donde las costumbres sociales giran en torno a éste y las tradiciones del pueblo árabe, Silvia Zepeda, de 38 años de edad y oriunda de El Salvador, ha hecho uso de la libertad de culto que prevalece para encontrar a Jesucristo y poner en práctica un oficio inusitado; ser instructora de zumba con lo cual da a conocer los ritmos latinos a quien se interese en ellos.

El deseo de mantenerse activa y las ganas de proyectar su cultura fueron los que impulsaron a esta salvadoreña a encontrar en el baile una vía para desarrollar sus aptitudes artísticas y una forma de obtener un ingreso económico, entre su larga jornada como madre y esposa.

Al iniciar su relato, recordó que fue en el año 2008 cuando partió hacia ese país que ahora llama hogar, la razón fue una oportunidad laboral para su esposo, a quien decidió apoyar en dicha aventura.

Partir fue una prueba de fuego, ya que atrás quedaba familia, amigos y su profesión entre otras cosas importantes.

Su capacidad de adaptarse y el manejo del inglés como segundo idioma le han permitido integrarse a su nueva realidad. “Al principio siempre es duro dejar toda la comodidad del país y de lo que uno conoce, pero creo que EAU es un país donde es fácil ser extranjero, hay una gran comunidad de migrantes y la comunicación es fácil en el día a día con el inglés”, explicó.

Sin embargo, el hecho de acostumbrarse a los diferentes acentos es parte del proceso de adaptación, donde la paciencia es la clave. Silvia trabajó por muchos años en el área de servicio al cliente en nuestro país antes de partir y acepta que la interacción con la gente es importante para ella.

Es tanta su pasión en dicho campo que, siendo aún muy joven y luego de finalizar sus estudios medios en El Salvador en la Escuela Alemana, partió rumbo a Guatemala para cursar allá Administración Hotelera.

Son esos conocimientos los que también han contribuido a ver de una forma diferente su entorno actual, donde convergen diferentes culturas, etnias y -por qué no mencionarlo- la opulencia.

Es bien conocido que el petróleo ha permitido que las grandes ciudades de los Emiratos posean una infraestructura moderna y eficiente, la cual busca convertirse en un centro mundial de negocios para el 2020. Desde hace varios años, trabajan por ser líderes globales en materia de energías renovables.

La Zumba

Es en este entorno donde esta mujer, orgullosa de sus raíces Guanacas, hizo de un pasatiempo una forma de obtener ingresos y la transformó en una herramienta para dar a conocer ritmos latinos a la comunidad de inmigrantes con la cual convive, entre los que se cuentan niños y adultos. De quienes ha obtenido aceptación y reconocimiento.

La combinación de las habilidades técnicas de la danza en diferentes modalidades y la fortaleza física fue lo que en un primer momento atrapó a Silvia y de ahí puso en marcha su certificación para enganchar a otras personas, quienes se han dejado seducir por la salsa, cumbia, hip-hop, mambo, flamenco, rumba y merengue, etc.

 

Pero la zumba no es lo único que hace Silvia, ella combina esto con su rol de madre y esposa, preocupada porque su familia mantenga intacta los orígenes salvadoreños.

¿Cuáles han sido los mayores retos a vencer como salvadoreña en otro país?

Creo que abrir la mente y el corazón para aprender a convivir con todo tipo de personas, religiones, y costumbres. Las cosas del día a día como comunicarse, manejar, aprender cosas nuevas no me parecen retos.

 

¿Tu familia te ha apoyado en cada paso?

Siempre al 100%.

 

¿Cómo es un día para normal para Silvia?

El día a día normal de manejar una casa con 3 niños, un perro enorme y un esposo, que casi nunca está en casa por su trabajo. También soy instructora de Zumba de niños y adultos, lo cual me da la oportunidad de compartir un poco de la cultura latina…

 

¿Cuál es la vivencia fuera de las fronteras que más te ha marcado?

Creo que el encontrar y conocer a Jesucristo en este desierto me ha marcado mucho. El ver como este desierto se convierte en tierra fértil para que nos acerquemos más a Dios, es maravilloso. Al encontrarte prácticamente solo, te hace reconocer que Dios es lo único que necesitas en realidad en tu vida.

 

¿Qué aspecto puedes catalogar cómo el más satisfactorio de tu profesión?

Mi profesión como mamá y esposa, es ver a cada uno en la casa realizado con lo que hace. Mi esposo en su trabajo, mi hija grande con su pintura, la chiquita en gimnasia y mi hijastro en fútbol americano. En cuanto a mi como instructora de zumba, me satisface ver que gente de todos lados cante en español y baile nuestra música con gusto.

 

¿Qué es lo que más extrañas de El Salvador?

¡La amabilidad natural de las personas y por supuesto la comida!

 

 ¿Qué nuevos retos hay para ti en un futuro?

Me encantaria poder proyectar mas la cultura latina en estos países y sueño con tener una tienda de productos artesanales salvadoreños aquí.

 

¿Piensas volver a El Salvador algún día?¿Qué planes tienes?

Posiblemente cuando nuestros hijos salgan del colegio y ya estén en la universidad. Nos encantaria regresar, vivir en la Ruta de Las Flores, a mi esposo le encanta trabajar la madera y a mí me encantaría tener un proyecto con mujeres en la comunidad.

¿Cómo te ves en 10 años?

¡Pues en 10 años todavía viajando y recorriendo el mundo!