Las dos caras del Chapo: ¿segundón o capo?

Agencias

Desde hace dos semanas, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera -todo un desafío para los estadounidenses que cada día pronuncian su nombre-, más conocido como «el Chapo» -un respiro para todos ellos- cruza cada mañana el puente de Brooklyn -el tráfico cortado, escolta de decena de vehículos- desde su calabozo de alta seguridad en Manhattan para comparecer en su macrojuicio.

Cada día se ha presentado con un traje azul marino y el rostro pálido impasible. Los dibujantes de juzgado se esmeran en dibujar su expresión, sus gestos, en trazos rápidos, las únicas imagen que salen de un juicio cerrado a las cámaras.

 El retrato decisivo, sin embargo, es el que la acusación y la defensa tratarán de componer sobre el Chapo durante los próximos meses. Su público son los doce jurados que decidirán la suerte del considerado jefe del cartel de Sinaloa, una organización criminal dedicada al narcotráfico y con un amplio historial de violencia.
El Chapo, de 61 años, se enfrenta a 17 cargos -tráfico de droga, homicidio, lavado de dinero, pertenencia a organización criminal, posesión ilegal de armas, entre otros- por los que, si los miembros del jurado le declaran culpable, pasará el resto de su vida entre rejas. Ello dependerá de qué retrato les convenza. Y, a trazo grueso, se expondrá a dos.
El primero, el de la fiscalía estadounidense, que trabaja durante años en llevar ante la Justicia al Chapo y que buscará demostrar que dirigió el cartel, colocó decenas de miles de kilos de droga en EE.UU., decidió y ejecutó asesinatos y sobornó a autoridades para cubrir sus espaldas.
«Un vasto imperio global de tráfico de drogas, eso es de lo que va este caso y lo que las pruebas demostrarán», dijo el fiscal Adam Fels en la apertura del juicio. «¿Y quién fue el cerebro, el que dirigió la organización, el responsable de esas actividades ilegales? Ese hombre»,, añadió con un gesto cinematográfico, apuntando al Chapo, impertérrito.

Uno de los problemas para Lichtman es que todo apunta a que la leyenda del Chapo no empequeñecerá con el juicio. Todo lo contrario. Los testigos que está aportando la acusación -sobre todo, socios del Chapo que buscan reducir sus condenas- han convertido el juicio en un relato detallado del narcotráfico que ni la mejor serie de Netflix puede igualar.