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Rayados de Monterrey derrotó a Tigres en la final de la Champions League de la Concacaf y debería haberse convertido en el primer clasificado del planeta al Mundial de Clubes 2019. Sin embargo, por ahora, el equipo mexicano no sabe si podrá aspirar a consagrarse campeón intercontinental, porque no está confirmado que el certamen vaya a disputarse este año.
En 2018, la FIFA anunció sus intenciones de aplicar un nuevo formato para la competición a partir de 2021, que implicaría que el certamen pase a jugarse cada cuatro años y con 24 participantes, algo a lo que se oponen radical y públicamente los grandes clubes europeos.
A partir de estas tensiones, la situación es tan incierta que aún no se sabe ni cuál será la sede de 2019, ya que el organismo rector del fútbol mundial ha estado recientemente más interesada en cerrar el nuevo torneo que en resolver los detalles de las dos ediciones que faltan por disputarse antes del cambio de formato, después de que las dos últimas se jugaran en los Emiratos Árabes Unidos.
Por ahora, hay dos candidaturas presentadas: Marruecos (que ya fue sede de la competición) y China, pero aún no se ha tomado una decisión al respecto.
En caso de que se confirme la disputa del certamen, lo que está claro es que el sistema de competencia será el mismo que se utiliza desde 2005: los ganadores de la Champions League y la Copa Libertadores tendrán un lugar asegurado en la semifinal, mientras que los de las otras confederaciones (Concacaf, africana, asiática y oceánica, más un equipo del país anfitrión) deberán pelear entre sí por medirse a los conjuntos de los continentes más poderosos del fútbol mundial.
