EEUU suspende pactos de ‘Tercer país seguro’ con Guatemala, El Salvador y Honduras

Por Univisión

Estados Unidos suspendió los acuerdos de Cooperación de Asilo (ACA) con El SalvadorHonduras y Guatemala, conocidos como acuerdos de ‘Tercer país seguro’, firmados por la administración anterior, según informó este sábado en un comunicado el secretario de Estado, Antony Blinken.

Estos acuerdos, que quedan suspendidos desde este mismo fin de semana, permitían a EEUU deportar a migrantes desde Estados Unidos a esos países, con la salvedad de que los nacionales de uno de esos tres no fueran devueltos a su propio país.

«La administración de Biden cree que hay formas más adecuadas de trabajar con nuestros gobiernos socios para gestionar la migración en toda la región. Estados Unidos se basará en nuestras sólidas relaciones y apoyará los esfuerzos de estos gobiernos para abordar el desplazamiento forzado sin imponerles una carga indebida, especialmente en el contexto de la pandemia de covi-19», declara Blinken en el comunicado. «Nuestro enfoque continuará brindando apoyo para sus planes de acción nacionales bajo el Marco Integral de Protección y Soluciones Regional a través de socios humanitarios internacionales», añadió.

La suspensión de estos acuerdos es la última medida de la nueva administración para desmantelar la política migratoria de línea dura del gobierno anterior, si bien, como explica el propio Blinken, las deportaciones a Guatemala en virtud de este acuerdo se habían detenido desde mediados de marzo de 2020 por la pandemia y «los acuerdos con El Salvador y Honduras nunca se implementaron».

«De acuerdo con la visión del presidente, hemos notificado a los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras que Estados Unidos está tomando esta acción a medida que comienzan los esfuerzos para establecer un enfoque cooperativo y mutuamente respetuoso para gestionar la migración en la región», añade el secretario de Estado.

La frontera no está abierta

En el comunicado emitido por Blinken este sábado, el secretario se apresuró a esclarecer que esta medida no implica que la frontera esté abierta e intentó disuadir a los migrantes de ponerse en riesgo al emprender un viaje tan peligroso, además de insistir en que Estados Unidos es un país con leyes.

«Si bien estamos comprometidos a ampliar las vías legales para la protección y las oportunidades aquí y en la región, Estados Unidos es un país con fronteras y leyes que deben cumplirse. También estamos comprometidos a brindar un procesamiento seguro y ordenado para todos los que llegan a nuestra frontera, pero quienes intentan migrar de manera irregular se están poniendo a sí mismos y a sus familias en riesgo en lo que puede ser un viaje muy peligroso», declaró Blinken.

Esto ocurre mientras se reporta un incremento de las llegadas por la frontera sur, tanto de familias como de menores no acompañados, alentados por las políticas migratorias más flexibles y amigables de la nueva administración.