Un aproximado de 30 familias de la comunidad El Espino se trasladaron este lunes a vivir al complejo habitacional El Espino, ubicado en Antiguo Cuscatlán, La Libertad.
La ministra de Vivienda, Michelle Sol, quien supervisó el traslado de las familias a sus nuevos hogares, explicó que este fue “un lunes histórico” para la vida de estos salvadoreños que ahora cumplen su anhelo.
“Estábamos seguros de que con fe y con la mano de Dios, y la voluntad del Presidente íbamos a encontrar una solución”, aseguró Sol. “Todo comenzó con una historia dura, el día que los desalojaron en una noche e invierno, pero que ahora se muestra en una realidad diferente”, reiteró.
La funcionaria sostuvo que esta situación ahora es un cambio de vida para estas familias, pues estos salvadoreños nunca dejaron de tener esperanza de que gracias al Gobierno del Presidente Bukele dormirían tranquilas, bajo un techo digno y sin frío.
Una de las salvadoreñas beneficiadas, Rosy de Pérez, detalló que gobiernos anteriores no hicieron algo para arreglar su situación, pero que con el Gobierno de El Salvador se ven los resultados. “Estamos contentos; vamos a dormir tranquilos. Pasábamos noches enteras sin dormir porque no teníamos pared en nuestros hogares”, dijo.
El proyecto de vivienda también tuvo el apoyo de organismos internacionales; gracias a las relaciones y prestigio en países extranjeros con el que cuenta la administración liderada por el Presidente de la República. “Esa honestidad con la que hemos trabajado nos ha abierto las puertas para seguir trabajando. Gracias por confiar en nosotros”, recalcó la titular de Vivienda.
La directora ejecutiva de Gente Ayudando Gente, Lisselot Troconis, comentó que están convencidos de que una vivienda digna segura y propia es la base fundamental para el desarrollo de la familia. “Pueden tener la seguridad que seguiremos a su lado para construir una comunidad autosostenible”, señaló.
En el centro de todas las actuaciones del Órgano Ejecutivo se encuentra la población, sobre todo aquellos que más necesitan la ayuda; esto es parte de la misión encomendada por el Presidente Bukele. “Hoy cerrarán las puertas y dirán ‘esta es mi casa’. Esas lágrimas que hoy vemos son de lucha, de esperanza”, indicó Sol.
Otra de las salvadoreñas beneficiadas, Rosa Osorio, reiteró el agradecimiento con todo lo que ha hecho el Gobierno por su familia y la comunidad. “Toda la comunidad ha estado contenta; después de vivir bajo cartones, Dios nos dio la victoria”, confirmó.
La misión es construir ciudades de paz, donde se deje un legado grande y estructurado, que no solo incluya viviendas y espacios dignos para las familias, sino también brindarles salud, seguridad y educación de calidad. Una calidad, que incluso supere los servicios privados; es la misión con la que trabajan las instituciones del Gobierno.
“De esta manera es como se construyen ciudades de paz. Quiero darles las gracias a todos. Estamos cambiando vidas”, agregó la ministra de Vivienda. “Es un compromiso de país para llevar proyectos de interés social. No vamos a dejarlos solos”, concluyó.
