Murió el Brujo Manuel, el personaje místico que ayudó a la Selección y varios equipos del fútbol argentino

En las últimas horas se confirmó una noticia que afectó a un personaje místico del fútbol argentino. Manuel Valdez, más conocido como el Brujo Manuel, murió a los 61 años luego de haber contraído coronavirus.

El reconocido acompañante de varios equipos argentinos había sufrido en los últimos días una recaída a raíz de una neumonía que se agravó al contraer covid-19 y había sido trasladado a terapia intensiva. La familia del Brujo, que era paciente de riesgo ya que sufría diabetes, había escrito en las redes sociales el pasado martes: “Buenas tardes gente: sigan rezando y pidiendo por Manuel, entró a terapia nuevamente, su estado es delicado!!!”

Manuel se hizo famoso por la ayuda que le brindó al plantel de Estudiantes que ganó la Copa Libertadores 2009 con Juan Sebastián Verón como capitán y Alejandro Sabella como entrenador. Para esa ocasión fue que conoció al ahora vicepresidente de la institución de La Plata y a partir de dicha consagración comenzó una relación estrecha con el club.

El Brujo Manuel acompañó a Independiente durante la Copa Sudamericana de 2017El Brujo Manuel acompañó a Independiente durante la Copa Sudamericana de 2017

Además, este personaje trabajó con varios equipos de Primera División como Newell’s y con el Independiente de Ariel Holan en la conquista de la Copa Sudamericana 2017, cuando el Rojo de Avellaneda superó al Flamengo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.

Una de sus presencias más recordadas se produjo cuando la selección argentina visitó la altura de Ecuador en el partido decisivo por las Eliminatorias Sudamericana para clasificar al Mundial de Rusia 2018. En aquella ocasión, el por entonces conjunto dirigido por Jorge Sampaoli triunfó por 3-1 con tres tantos de Lionel Messi y se aseguró su participación en la última Copa del Mundo de la FIFA.

Manuel tenía su consultorio en Joaquín Gorina, un departamento de La Plata, en el cual concurrían decenas de fieles a bendecirse con sus dotes místicos, que según él mismo no los había adquirido con el tiempo, sino que había nacido con ellos. “Ya estoy acostumbrado, brujo no soy, nací así, no lo elegí. Rezo por dentro y hago mis cosas cuando están jugando. Yo ayudo, ellos hacen los goles. Trabajo con energía, no con animales o velas, nada de eso”, confesó en una oportunidad en diálogo con TyC Sports.