La Asamblea Legislativa decretó con 78 votos, tres días de duelo nacional por el fallecimiento del padre Flavián Mucci, quien se caracterizó por su compromiso en ayudar a los más necesitados
El líder religioso, falleció el pasado 25 de septiembre, a los 86 años de edad, dejando un importante legado por su labor en beneficio de sectores desprotegidos.
“Queremos rendir un homenaje y reconocer la trayectoria del padre Flavian Mucci. Agradecemos el amor brindado a nuestro país, a nuestro departamento de Sonsonate donde vivió casi toda su vida”, expresó el diputado de Nuevas Ideas, Héctor Sales.
Sales destacó que, durante los 43 años que el sacerdote permaneció en el país, dejó huella al desarrollar proyectos de beneficio social como: clínicas de atención especializada a personas de la tercera edad, hogares de retiro y comedores gratuitos para el sector.
El diputado de la bancada cyan, Raúl Chamagua se sumó a la postura de su colega y expresó su reconocimiento al legado de Mucci. “Agape es una combinación de amor, amistad y lealtad. Ese legado queda en cada uno de los colaboradores que siguen siendo parte de la gran familia”, acotó.
El padre Flavian Mucci, fundó la Asociación Ágape de El Salvador, institución de desarrollo humano que ejecuta programas de atención a sectores vulnerables.
Este proyecto ha brindado oportunidades de desarrollo a miles de salvadoreños a través de colegios y centros de formación profesional, reconocidos por su calidad educativa y enseñanza cristiana.
Instituyó medios de comunicación de radio y televisión a través de los cuales se difunde contenido positivo y mensajes religiosos.
“Sin duda alguna el padre Flavian Mucci deja un legado enriquecedor para las presentes y futuras generaciones, como un sonsonateco orgulloso entregado al país entero”, dijo el diputado Mauricio Ortiz.
El legislador también hizo referencia a la obra desinteresada del religioso, quién se caracterizó por su altruismo y amor al prójimo.
Fray Flavián Mucci formó parte de la orden franciscana. Llegó a El Salvador 9 de Julio de 1967. Recibió importantes reconocimientos, uno de ellos otorgado por la Asamblea Legislativa en 1992, cuando fue declarado “Hijo Meritísimo de El Salvador”.
Los diputados avalaron la declaratoria como muestra de su pesar por el fallecimiento del sacerdote, para celebrar su legado y honrar su memoria.
