Alex Pineda: “Se reían de mi porque quería estudiar periodismo”

Alex Pineda, periodista salvadoreño

Por Liset Orellana

De lunes a viernes en punto de las 12:00 del mediodía, luciendo impecable con su traje y corbata, Alex Pineda ingresa a la intimidad de miles de hogares salvadoreños a través de la pantalla de un televisor.

Lleva años siendo el rostro del noticiero 4 Visión de Tele Corporación Salvadoreña (TCS), televisora que ha sido su hogar y su fuente de trabajo desde hace más de 20 años y donde ha crecido ejerciendo lo que más le apasiona: el periodismo.

Empezó como reportero y luego ascendió a presentador de noticias y jefe de prensa. En esta entrevista, este “aliancista” de corazón nos platicó desde sus inicios en la profesión, su paso por diferentes medios de comunicación, su pasión por la radio y su gusto peculiar por los tenis. Y por supuesto, conversamos sobre (Roberto) Bundio y un poco de fútbol.

Su primer acercamiento con el periodismo

Era un niño cuando descubrió que quería estudiar periodismo. Acompañaba a su papá a ver los noticieros televisivos y ese mundo mágico -pero real- nunca salió de su cabeza. “Yo jugaba a que redactaba un diario, agarraba una hoja, la doblaba y escribía algo”. Pero el fútbol también era otra de sus pasiones y de forma inconsciente fue este deporte que lo preparó para el periodismo.

“Yo agarraba el suplemento deportivo de un diario y me lo leía desde la portada hasta la última página. Los domingos por la tarde mientras mis amigos estaban jugando yo me quedaba escuchando los partidos por la radio que eran narrados por Carlos Escopeta Osorio, Arnoldo Batres Milla y ese fue mi primer acercamiento real con el periodismo, porque sin darme cuenta me iba familiarizando con los estilos de redacción. Cuando escuchaba los programas iba aprendiendo a describir y a hablar”, recordó Pineda.

Pero cumplir su deseo de ser periodista no fue fácil, su familia no veía la profesión como algo estable y muchos otros le decía que finalizada la guerra civil en El Salvador y firmada la paz (1992) ya no habría más noticias. Escuchó frases como “vas a perder el tiempo”, “te vas a morir de hambre” y “vos pensás que porque salen de saco y corbata en la tele ganan bien (los periodistas)”.

“Se reían de mi porque quería estudiar periodismo. Después de 1989 cuando se había acabado la guerra me decían que para qué, que la guerra se iba a acabar, que ya no iban haber noticias, la gente lo veía así para ese entonces”.

De la radio a la televisión

Pero la dedicación y la auto exigencia han sido parte de su personalidad desde que era un estudiante. Puso las cartas sobre la mesa y no desistió de su deseo por convertirse en periodista. En enero de 1995, un joven Alex llegó a la Escuela de Comunicaciones de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC) y cinco meses después haría sus primeras prácticas en la radio universitaria.

“Llegué con patada al pecho”, recordó Alex, quien siendo un estudiante sin experiencia en medios de comunicación pidió ser el presentador del noticiero universitario, cosa que logró por azares de la vida y que supo aprovechar.

En los cuatro años siguientes, Pineda comenzaría a desarrollar aquellas habilidades que tanto había escuchado de los periodistas radiales cuando era niño. De la radio universitaria saltó a otras emisoras que le fueron abonando no solo económicamente, también serían una fuente de conocimiento y experiencia.

Otros periodistas de trayectoria comenzaron a observar el trabajo de Alex y uno de ellos le avisó de una oportunidad para hacer un casting en el noticiero de Tele-2. En 1999, Pineda dio los primeros pasos de su carrera como periodista televisivo; pasos que lo ha llevado hasta ahora a ser uno de los rostros más reconocidos de la televisión.

Luego de 17 años de ser parte de Tele-2, su vida profesional daría otro giro. Las cámaras de 4 Visión lo estarían esperando con un nuevo reto. “El cambio fue bien radical porque yo venía de hablar por ejemplo que Mauricio Funes (expresidente de El Salvador) tenía un problema con la ANEP y de la noche a la mañana pasé de hablar de eso a: nació un pollito de color verde”.

Este cambio de formato noticioso lo vio como una oportunidad y ahora tiene seguidores tan fieles que almuerzan frente a la tele para sintonizar las noticias del 4.

De Bundio y los deportes

Para nadie es un secreto que Alex es “albo siempre albo”, que le va al Real Madrid y -pase lo que pase- es un incondicional de La Selecta. Esta afición por el fútbol lo ha llevado a tener varias diferencias en vivo y a todo color con el presentador deportivo, Roberto Bundio.

Sin quererlo, él y Bundio han formado una dupla interesante y el espacio de los deportes es de las secciones del noticiero más esperadas por el público. A veces coinciden, pero casi siempre están en desacuerdo y esto desata polémicos y acalorados comentarios que son mencionados en vivo, y las redes sociales explotan.

“¡Claro que nos enojamos! y esos pleitos al aire son de verdad, nada está en guion, nadie nos dice hoy van a hablar de esto, vos vas a responde esto, no. Él dice las cosas que quiere decir y yo también y ya está. Es así”.

Lo bueno de todo esto es que nada de los dimes y diretes que se dicen al aire trasciende más allá de la pantalla. Son buenos amigos y excelentes compañeros, aseguró el presentador.

Los tenis y Alex

Después de pasar años y años usando zapatos formales, Alex dijo ¡no más! Cuando no está presentando noticias, se le puede ver muy casual con jeans, camisetas y unos cómodos zapatos deportivos que no repite casi nunca.

Para esta entrevista usó unos Converse blancos, que probablemente, se pondrá dentro de seis meses. Aseguró que tiene una habitación repleta de tenis de todos los estilos y precios y al consultarle cuántos era respondió: son un montón.

Y así es Alex Pineda, el presentador del 4, el periodista que le desea un buen provecho mientras almuerza, el profesional de la tele que se prometió a sí mismo a ayudar a los colegas que empezaban con la profesión, el tipazo que sabe improvisar y narrar noticias de última hora, y desde hoy, el catedrático universitario que le enseñará a las nuevas generaciones de periodistas a redactar, locutar y a perder el miedo ante las cámaras.