JORDI QUIXANO | El País
“Bon día, moltes gràcies. Me llamo Robert, soy de Polonia y vivo en Barcelona”. Así arrancó, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, Robert Lewandowski (Varsovia; 33 años) su presentación en sociedad como azulgrana. A su lado estaba el presidente Joan Laporta, con camisa y chaqueta, que sudaba la gota gorda por el calor que hacía en el Hotel Conrad en Fort Lauderdale Beach de Miami, lugar escogido para darle la bienvenida al delantero. “Estamos volviendo a poner el Barça en el mundo. Ahora es Robert e iremos haciendo un equipo más competitivo en la medida de nuestras posibilidades”, señaló con orgullo Laporta, al tiempo que felicitaba al área deportiva y a toda su junta por hacer posible el fichaje, consciente de que han sido las palancas económicas –el club vendió el 10% de los derechos televisivos por 25 años al fondo de inversiones Sixth Street– la que han validado la operación. “En el fútbol es necesario tener ganas de ganar y estoy en el mejor sitio para hacerlo”, convino el ariete.
Lewandowski ha costado 45 millones fijos más cinco en variables. “Pero él ha hecho unos esfuerzos extraordinarios para venir al Barcelona. Ha querido venir a jugar con nosotros”, resolvió el presidente; “tenemos muchas ganas de verte y sabemos que eres un trabajador incansable”. Recogió el testigo el punta, un goleador por definición. “Como delantero espero poder marcar mucho y aportar lo necesario para que el equipo gane partidos. Ese es mi reto”. Ya sabe que al Barça le sobra gol, pues como delanteros también tiene en nómina a Dembélé, Ansu Fati, Ferran Torres, Aubameyang y Raphinha.
“Ante el Inter Miami vi el potencial del equipo. Estoy preparado para unirme y tenemos una buena proyección para ganar títulos”, resolvió Lewandowski. Tiene ganas el jugador, que tan solo ha podido hacer dos sesiones de activación porque así se aconsejó desde el departamento médico para que adecuar el cuerpo al viaje. “Ya estoy preparado para entrar en la dinámica del equipo y espero poder jugar el próximo partido”, confirmó el delantero. “Bienvenido al Barcelona y gracias por estar con nosotros”, apuntó Laporta en polaco. Empieza la era Lewandowski, jugador que emociona a la afición, hasta el punto de que en la tienda del club en el Camp Nou se quedaron sin la W para poder estampar su apellido.
