Rodrigo Buden | INFOBAE
Infobae visitó el escenario en el que Argentina y México van a enfrentarse a Polonia. Esta deslumbrante obra arquitectónica sustentable apunta a terminar con una de las problemáticas más comunes de la gran fiesta del fútbol.
El proceso de construcción comenzó en 2017, cuando gran parte de las sedes ya se encontraban en obras. Las excavaciones del terreno se completaron recién en julio de 2019, al tiempo que llegó el primer lote de contenedores a suelo qatarí. Es que su ensamblaje fue muy simple: solamente hubo que colocar cada contenedor reciclado en su lugar como si fueran piezas de Lego, ya que venían preparados desde la fabricación y era cuestión de unirlas con molduras de acero para que el producto estuviera terminado.
Este concepto de diseño no solamente permitió que la construcción fuera rápida y mucho más rentable, sino que ha dejado al servicio del Mundial un elegante estadio con forma cuadrada curva que garantiza una atmósfera inmejorable tanto para los fanáticos como para los jugadores.