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El FC Barcelona sigue sin recuperarse y sale golpeado del Santiago Bernabéu, a pesar de que el equipo intentó en todo momento sacar un resultado positivo en el primer Clásico de LaLiga Santander. El Real Madrid se quedó con los tres puntos en su casa para convertirse en el nuevo líder de la clasificación, en solitario. Los errores individuales pasaron factura, una vez más, al equipo catalán y comienza a haber incertidumbre sobre el equipo de Xaxi.
Xavi Hernández introdujo varias novedades en su alineación, con Frenkie de Jong y Sergi Roberto como principales protagonistas, mientras que Carlo Ancelotti apostó por su alineación de gala, sin sorpresas. El plan, de comienzo, lo ganó el entrenador italiano, que posicionó a los suyos en un bloque muy ofensivo y adelantado para evitar la salida de los culés, que fueron de menos a más pero a los que no le alcanzó para intimidar, verdaderamente, a Lunín.
El Madrid salió presionando, pero de a poco comenzó a ceder la posesión a un Barça que, no generaba, pero sí se sentía cómodo. Hasta que los locales comenzaron a detectar los errores del conjunto culé. Primero, en el 7′, Vinícius combinó con Mendy, que devolvió el francés en el área para que el ‘20′ recortara y probara disparo con la zurda. El balón rebotó en un defensa y casi se envenena para despistar a Ter Stegen. Poco después, Toni Kroos hizo una maravilla para que se abriera el marcador.
El centrocampista alemán se marchó en velocidad con Busquets a su espalda, quien le intentó frentar y, casi en el suelo, Kroos cedió en largo a un Vini que, solo en la banda, se metió en el área para disparar ante Ter Stegen, que blocó el disparo, pero en el rechace Benzema enganchó con un disparo potente con la zurda que se coló entre los defensores azulgrana y así, finalmente, poner el 1-0.
Para reaccionar, los de Xavi Hernández intentaron adelantar líneas y vivir más cerca del área de Lunin. El plan estaba muy claro: los culés subiendo y los locales esperando una pérdida para salir en velocidad y poner a trabajar a Vinicius o Fede Valverde, que estaban cómodos y con facilidad para quedarse solos. El Barça estuvo muy cerca del empate en el ecuador de la primera mitad, con una ocasión clarísima que Lewandowski no pudo rematar bien: Raphinha puso un centro en el área y el polaco, solo en el segundo palo, remató por encima del larguero.
Dembélé también tuvo una oportunidad muy importante, dos minutos después, cuando Sergi Roberto se metió en la ‘cocina’ para poner el esférico en el primer palo. El remate del francés se marchó muy por encima. Y, como el que perdona la ‘paga’, en el 35′ un nuevo error, esta vez de un Eric García que tocó de cabeza hacia atrás, permitió que ‘Vini’ recogiera el balón, encarara y dejara de tacón a Tchouaméni. Abrió a Mendy para que esperara a Valverde, que se sacó un zapatazo desde la frontal pegado al palo para poner el 2-0.
En la reanudación, el Barça se sintió más cómodo, pero le fue insuficiente para generar ocasiones peligrosas. Robert Lewandowski fue ‘desconectado’ por los centrales madridistas y eso hacía sufrir más a los de Xavi, que se veían muy incapaces de penetrar a la defensa rival. La historia pudo ser incluso peor en el 52′ con un gol de Benzema que acabó siendo anulado. Vinicius firmó un buen cambio de juego, controló el francés y corrió hasta la frontal para soltar un zurdazo al palo, imposible para Ter Stegen. El colegiado invalidó la acción porque recibió en fuera de juego.
La incomodidad le estaba pasando factura al conjunto entrenado por Xavi, que no encontraba conexión entre líneas y estaba siendo muy predecible a la hora de atacar. El Madrid estaba mucho más cómodo, haciéndose con la posesión y jugando con el marcador a favor, totalmente tranquilo. El físico también estaba siendo un punto a favor de los madridistas, que estaban un punto por delante.
Dembélé pudo marcar la diferencia en el 69′, después de marcharse verticalmente hacia el área de Lunin. Sin embargo, como le ha pasado en los últimos partidos, decidió muy mal. Dani Carvajal acabó rebañándole el esférico. En el 75′ se incendió la polémica después de una caída de Lewandowski en el área. El ‘2′ madridista metió el cuerpo para defenderle y acabó en el piso, pero Sánchez Martínez (y el VAR) dijo que no había nada.
El desparpajo de Ansu Fati, que entró para reemplazar a Dembélé, provocó que el Barça intentara desde más cerca del área y fue bastante efectivo para recortar distancias. El atacante firmó una jugada sensacional para irse de los jugadores del Real Madrid, se internó en el área y centró para que Ferran Torres, solo en el segundo palo ante el despiste de Mendy, empujó el balón a la portería para el 2-1. Sin embargo, el partido quedaría 3-1, tras un penal de Rodrygo.
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