Cerca de 3.500 centros de votación abrieron sus puertas a los 9.3 millones de electores guatemaltecos que decidirán quién será su próximo presidente. Además, también se eligen a alcaldes, diputados del congreso y también al parlamento Centroamericano.
Dichas elecciones han estado precedidas por polémicas decisiones de la autoridad electoral del vecino país, que ha negado la inscripción a algunos candidatos, revirtió la de otros y aceptó a unos más que, en el papel, no cumplen con los requisitos que marcan las leyes del país.
La mayoría de las fórmulas que compiten por la presidencia del país se identifican con el conservadurismo: 19 binomios políticos frente a tres que se consideran de izquierda o progresistas.
Las encuestas colocan como favoritos a tres candidatos conservadores. Se trata de Sandra Torres, exprimera dama y exesposa del expresidente Álvaro Colom; el diplomático Edmont Mulet y Zury Ríos Sosa, hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt.
Los tres aspirantes han defendido la imposición de la mano dura para combatir la creciente violencia en el país, inspirados en la estrategia del presidente salvadoreño Nayib Bukele.