Por Liset Orellana
Dos de las agrupaciones más importantes del pop latino en la década de los 90´s se presentó en El Salvador y colmó el escenario de buena vibra y recuerdos.
La banda de rock Molotov y la banda de rock alternativo Café Tacvba ofrecieron un soberbio concierto en el parque de pelota, Saturnino Bengoa, en San Salvador, donde las guitarras y la batería se mezclaron con los gritos y aplausos del público.
Los primeros en salir al escenario fueron los integrantes de Molotov, banda que originó polémica y hasta censura por sus letras «irreverentes» y antisistema. De hecho, El Salvador le prohibió la entrada hace 20 años, por las mismas razones.
Los fans cantaron a todo pulmón canciones como Frijolero, Gimme tha Power, Amateur, Parásito, Chinga tu madre, Puto, entre otras.
La banda no incluyó en su repertorio algunos temas que fueron censurados en el pasado: Rastaman-Dita ni El carnal de las estrellas, que hasta el día de ahora, algunas radios la tienen fuera de su programación.
El turno fue para Café Tacvba, esta banda originaria del Estado de México que tiene como voz principal a Rubén Albarrán, un tipazo lleno de energía, de buena vibra, que cubre el escenario en todos sus puntos cardinales. Sorpresivamente, Rubén se dejó ver con Molotov mientras interpretaban el éxito internacional Gimme tha Power.
Café Tacvba tiene lo suyo. No solo grandes éxitos, también un performance en el escenario digno de admirar y aplaudir. Obviamente, sus integrantes han madurado con los años pero conservan la escencia de sus mejores épocas de juventud.
Deleitaron con un par de coreografías, mientras Rubén pedía «apoyo moral» para las rodillas de sus compañeros, causando los gritos y risas del público, que también, pertenecía al target de las rodillas desgastadas.
Sin más preámbulos, la banda tocó las canciones más recordadas: Como te extraño mi amor, Las flores, Olita del altamar (que se dedicó al elemento agua), Banda chilanga, Déjate Caer, Eres, El baile y el salón, entre otras.
Y como lo han prometido, su éxito «La ingrata» ya no forma parte de su repertorio desde una conciencia social por el contenido de la letra. El público lo sabía y no la exigió.
Al filo de las 12:30 de la medianoche, los asistentes se fueron felices, llenos de energía y buenos recuerdos.
