Por ley, patronos costearán cuota de los CAPI para hijos de sus empleados

Imaen de carácter ilustrativo y no comercial

Los diputados aprobaron con 64 votos enmiendas a la Ley Crecer Juntos y añadieron una modalidad que permitirá a los patronos entregar a los empleados que tienen hijos —desde los primeros meses de vida hasta los cuatro años— una cantidad de dinero para que paguen los servicios de un Centro de Atención a la Primera Infancia (CAPI).

Es decir que, con la aprobación de las reformas, los padres podrán buscar el establecimiento que más les convenga para la atención de sus hijos, sin que dicho centro esté dentro de la institución y la empresa o tenga un acuerdo con ellas.

La normativa vigente, en el artículo 137, solo contempla tres alternativas sobre los espacios de estimulación y educación inicial para la niñez:  que los patronos instalen y den mantenimiento a CAPIS en un lugar independiente dentro del mismo municipio donde se ubique el lugar de trabajo. También instalar y mantener centros comunes que sean costeados por varios patronos en el mismo municipio donde se ubiquen los sitios de trabajo y por medio de la contratación de servicios independientes, ofertados por un CAPI, debidamente autorizado para su funcionamiento, que se encuentre ubicado en la misma área geográfica del centro de trabajo.

El dictamen favorable para hacer los cambios en la ley fue emitido por la Comisión de Familia, que como parte del estudio de la iniciativa escuchó la opinión técnica de funcionarias de del Instituto Crecer Juntos y del Consejo Nacional de la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia (CONAPINA).

Las delegadas explicaron que la nueva modalidad para el CAPI permitirá a los padres elegir la opción que más convenga para que sus hijos aprendan y se desarrollen. Asimismo, complementará a las tres que ya existen para lograr el cumplimiento de la obligación patronal y estatal.

Al incluir una cuarta opción, de acuerdo a las expertas, se garantizará la atención integral de manera conjunta como responsabilidad que abarca al Estado, la familia y la sociedad; y es una manera viable para avanzar en la cobertura de la atención a la primera infancia con calidad y calidez.