La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una advertencia sobre la alarmante propagación del sarampión a nivel global, con un reporte de más de 306.000 casos el año pasado, marcando un incremento del 79 por ciento. Ante esta situación, la organización insta a una mayor campaña de vacunación.
Durante una conferencia de prensa, Natasha Crowcroft, asesora técnica de la OMS para el sarampión y la rubéola, expresó su preocupación por el notable incremento de casos.
«Estamos muy preocupados por lo que está sucediendo con el sarampión», afirmó Crowcroft, señalando que ha habido un aumento constante de casos en todas las regiones del mundo supervisadas por la OMS, con la excepción de las Américas. Sin embargo, la organización teme que esta región también pueda verse afectada por brotes de la enfermedad.
Los últimos datos disponibles, correspondientes a febrero de 2024, revelan que el año 2023 cerró con 306.291 casos notificados de sarampión, en contraste con los 171.156 casos registrados en 2022.
Este aumento se atribuye a la disminución de la cobertura vacunal durante los años de la pandemia de covid-19, lo que ha facilitado el recrudecimiento de esta enfermedad viral altamente contagiosa. El sarampión, que se transmite por el aire, puede provocar complicaciones graves e incluso mortales.
La OMS señaló que la prevención del sarampión y la rubéola ha dejado de ser una prioridad a nivel mundial y gubernamental, eclipsada por otros problemas urgentes como la pandemia de covid-19, crisis económicas y conflictos.
La organización subraya que para prevenir el sarampión es necesario que el 95 por ciento de los niños reciban dos dosis de la vacuna. Sin embargo, la cobertura vacunal actual se sitúa en el 83 por ciento, sin lograr recuperar el nivel del 86 por ciento alcanzado en 2019.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es una enfermedad viral que solía ser común en la niñez, pero que ahora se puede prevenir eficazmente mediante la vacunación. Se caracteriza por su alta transmisibilidad y puede resultar en casos graves y hasta mortales, especialmente en niños pequeños.
Entre 10 y 14 días después de la exposición al virus del sarampión, los afectados pueden experimentar síntomas como fiebre alta, tos seca, congestión nasal, dolor de garganta, ojos rojos e inflamados, y un sarpullido distintivo que comienza con manchas blancas dentro de la boca antes de extenderse en manchas planas y grandes por todo el cuerpo.
