El ojo del huracán Helene comenzó a tocar tierra el jueves por la noche en la costa noroeste de Florida, como un enorme sistema tropical con el potencial de causar severos daños.
Helene se fortaleció significativamente sobre las cálidas aguas del Golfo de México y sus vientos sostenidos máximos alcanzaron las 140 millas por hora al llegar a la costa.
Las últimas mediciones e imágenes tomadas por los cazadores de huracanes y los satélites indican que la pared del ojo de Helene se ha expandido y cerrado. Esto suele ser una señal de intensificación. Helene ya es una tormenta masiva con un diámetro de más de 400 millas.