Redacción: Dennis Leiva
Este viernes Tailandia, Birmania y parte del suroeste de China tuvieron que soportar un fuerte terremoto de 7.7 el cual causo daños estructurales significativos, aparte de dejar varias personas como víctimas.
El epicentro del terremoto se ubicó a 16 kilómetros al norte de la ciudad birmana de Sahain, cerca de Mandalay, la segunda ciudad más importante del país.
Hasta el momento se ha confirmado la muerte de tres personas tras el derrumbe de un rascacielos de 23 pisos en construcción en Bangkok. Además, al menos 81 trabajadores permanecen desaparecidos y se presume que están atrapados entre los escombros.
La sacudida también afectó las regiones chinas de Yunnan y Sichuan, así como algunas zonas de India y Vietnam. En la ciudad fronteriza china de Ruili, cercana a Myanmar, se reportaron daños significativos en edificios, mientras que en localidades más alejadas, como Kunming, también fue perceptible el sismo.
Tras el terremoto principal, se han registrado réplicas de magnitudes menores, específicamente de 4.5 y 6.6 grados. Estas réplicas han aumentado la tensión y dificultado las labores iniciales de rescate.
