El terremoto en Kamchatka está entre los 10 más fuertes de la historia

El terremoto de magnitud 8.8 que sacudió la costa de la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, ha sido clasificado como uno de los diez más potentes jamás registrados en el mundo, y el más fuerte desde 2011. El sismo causó daños en edificios y dejó varios heridos en Petropávlovsk-Kamchatski, la ciudad más cercana al epicentro, ubicada a solo 119 kilómetros.

La sacudida encendió las alarmas en países como Rusia, Japón y Hawái, donde se activaron protocolos de evacuación. También se emitieron avisos de posible tsunami para Filipinas, Indonesia, Nueva Zelanda e incluso Perú. Hasta ahora no se reportan víctimas mortales, pero sí se mantienen monitoreos constantes por réplicas y posibles nuevas olas.

El terremoto ocurrió en una de las regiones más propensas a estos eventos: el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta zona rodea gran parte del océano Pacífico y se caracteriza por su intensa actividad sísmica y volcánica. De hecho, los 10 terremotos más fuertes registrados en la historia moderna han ocurrido dentro de esta franja geológica.

¿Por qué tiembla tanto en Kamchatka?

Frente a la costa de Kamchatka se encuentra la fosa de Kuriles-Kamchatka, donde la placa tectónica del Pacífico se desliza por debajo de la placa de Okhotsk. Este proceso, llamado subducción, provoca que las placas se atoren entre sí y acumulen energía. Cuando esa energía se libera de golpe, ocurre un terremoto.

Además, la placa del Pacífico se mueve a una velocidad de unos 75 milímetros por año, lo que aumenta las probabilidades de sismos fuertes en esta región. No es la primera vez que Kamchatka experimenta un terremoto devastador: en 1952, un sismo de magnitud 9.0 ocurrió en la misma zona, apenas 30 kilómetros del epicentro actual.

¿Qué pasará ahora?

Tras un sismo de esta magnitud, es normal que se presenten réplicas durante semanas o incluso meses. Hasta el momento ya se han registrado decenas, algunas superiores a magnitud 6. Aunque suelen ir disminuyendo con el tiempo, siguen siendo peligrosas para estructuras debilitadas.