Los buzos militares rusos hallaron este lunes fragmentos de gran tamaño del Tu-154 que se estrelló el domingo en el mar Negro con 92 personas a bordo minutos después de despegar del aeropuerto de Sochi rumbo a Siria, informaron los servicios de rescate.
«Los buzos hallaron en el mar Negro restos del avión siniestrado en la víspera», señaló un comunicado del Ministerio de Situaciones de Emergencias ruso.
«En estos momentos se estudian las posibilidades para izarlo a la superficie», explicó a Interfax un integrante del operativo. La primeros datos indican que «el avión ha sufrido muchos daños», agregó.
Más de 3.500 personas, 45 embarcaciones, 32 aparatos aéreos y siete batiscafos participan en la operación de rescate.
En la catástrofe del avión militar, por el momento no hay indicios que supongan la posibilidad de un atentado, indicó el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso citado por la prensa. Las principales causas de la tragedia que manejan los investigadores, según una nota del FSB, son las de un posible «impacto de objetos en los motores, combustible de mala calidad que pudiera ocasionar un fallo de los motores, error de pilotaje o un fallo técnico del avión».
En la nave siniestrada viajaban militares, nueve periodistas y 64 integrantes del coro y conjunto de danza Alexándrov del Ejército ruso, que iba a animar la celebración de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra. Entre los pasajeros también se encontraba la presidenta de la fundación «Ayuda Justa», la doctora Elizaveta Glinka














