La historia de superación de Nutmeg, el gato más viejo del mundo

Aunque no exista la manera científica para calcular la relación entre los años humanos y la de los felinos, generalmente se establece que los dos primeros años de vida de un gato equivalen a 25 de un ser humano. Luego, después de cada año, a cuatro de los humanos.

Nutmeg, felino inglés, se ha convertido en el gato más longevo del mundo tras cumplir 31 años. «Cuando lo encontramos, hace 26 años, él estaba muy flaco y tenía un bulto en el cuello. Fue revisado por la Liga de Protección de Gatos de Reino Unido y nos dijeron que por la condición de sus dientes viviría solo cinco años», declaró Ian Finlay, dueño de Nutmeg, que junto a su mujer Liz lo adoptaron en 1990 cuando el animal se apareció en su jardín y se convirtió en el amigo inseparable de Spice, el gato de la familia.

Como era un animal callejero decidieron llevarlo al veterinario, y allí se enteraron que viviría menos de media década. Aunque se ha convertido en el gato más viejo del mundo, su título no es oficial, ya que para ser reconocido en el Libro Guinness sus dueños deberían presentar los papeles y documentos oficiales correspondientes que no tienen.

En 2015 Nutmeg sufrió una apoplejía, síndrome neurológico de aparición brusca que comporta la suspensión de la actividad cerebral y un cierto grado de parálisis muscular. Pero se recuperó. «No es nuestro gato, nosotros somos sus humanos, quizá ese es el secreto de su larga vida», reflexionó su dueña.

Nutmeg sigue siendo «el rey de la casa» y cada vez que se despierta a las 5 de la mañana con ganas de comer, sus dueños le satisfacen el deseo. Una mascota mimada.

Si bien Liz e Ian reconocen que juntar documentos que comprueben la edad de su felino es difícil, están buscando la manera de conseguirlos para cumplir el objetivo de que le reconozcan a Nutmeg este título. Antes de él se tenía el registro de Corduroy como el gato más viejo del mundo, con 26 años de edad.

Tomado de Infobae