Artistas salvadoreños llenan de color y alegría las calles de San Salvador

Fotografía de Elizabeth Ramos

Por: Elizabeth Ramos

Artistas de teatro, independientes y organizados marcharon desde la Plaza Salvador del Mundo hacia el Parque Cuscatlán para inaugurar “Marzo Teatral”, llenando de alegría y colorido el recorrido.

Teatreros, balletistas, bailarines, malabaristas, grandes y chicos, se dispusieron a encarnar sus personajes favoritos, con el fin de acercar el arte “de calle” a todos los salvadoreños que no tienen la oportunidad de asistir a un teatro.

Oscar Guardado, de la Asociación Artes de El Salvador, actor y productor de teatro, dijo que el mensaje de la marcha y presentación escénica fue comunicar que “el teatro está vivo, hay artistas jóvenes como con muchos años de experiencia, que estamos trabajando y queremos que la gente se dé cuenta que tienen mucha alternativa para ver teatro”, precisó.

Guardado demandó la aprobación del ante proyecto de Ley de Arte y Cultura, presentado a la Asamblea Legislativa.
“Una necesidad vital es el público, para ellos hacemos nuestro espectáculo, sin duda necesitamos ayuda de la empresa privada, del gobierno, desde hace mucho tiempo que necesitamos que el gobierno establezca la Ley de Cultura, la apruebe, y nos dan respuestas solo…políticamente correctas. Queremos que la Asamblea lo apruebe antes del 1 de mayo (día que se dará el cambio del Órgano Legislativo)”, sostuvo.

La petición es respaldada por Juan Amaya, conocido como Simón, malabarista del colectivo Sesión Circus, quien lleva nueve años haciendo arte, hace espectáculos de sala de teatro y de calle. Dice que los artistas se desarrollan con recursos personales.

“Siempre se necesita más apoyo porque el que se da es bien mínimo, lo hacemos con fondos personales, sería más fácil si nos dieran apoyo. ¿Vives del arte? Sí, vivo de esto, se puede, yo mantengo mi familia, mi esposa y tres hijos y vivimos de esto”, apuntó.

La marcha culminó con muestras artísticas que sacaron carcajadas a grandes y chicos, dejando al descubierto la afinidad de los seres humanos con el arte y la necesidad de espacios que expandan el consumo cultural del país.