La segunda oportunidad de vida para muchos niños

Foto tomada de redes sociales Latidos de Esperanza

Por: Jorge Molina

Después de dos décadas, son muchas las personas que dan fe de una segunda oportunidad de vida a través del programa de Cirugía Cardiovascular Pediátrico que se realiza en el Hospital de Niños Benjamín Bloom.

“El niño, desde que nació, me dijeron que no iba a vivir. A sus 17 días me di cuenta que su corazoncito era el órgano más arruinado que tenía. Empecé a hacer citas, ver médicos. El niño lo tengo vivito, claro, es una gran tarea de andar haciendo exámenes, llorando, porque a veces uno no tiene dinero, pero gracias a Dios aquí hay doctores y hay todo lo necesario”, manifestó la madre de un paciente beneficiado.

El programa nació en el año 1995 con el objetivo de brindarles una segunda oportunidad a los niños que sufren problemas del corazón y que están en la lista de espera del único hospital de niños del país. Esta iniciativa cumple 20 años y ha ayudado a muchos niños a poder seguir una vida normal y tranquila.

“Me habían dado vida límite de 12 años. En septiembre yo voy a cumplir 30. A mí me operaron en mayo de 1992. En ese momento, lamentablemente en el país no existían las condiciones que ahora sí hay, para darles esperanza y una nueva oportunidad de vida a muchos niños. Tuve complicaciones en mi caso, pero, al final, todo salió bien. He tenido una vida plena, llena de bendiciones. Actualmente ejerzo como abogada de la República”, relató Roxana Córdova, otra joven beneficiada con este programa.

En 1995 el programa inició con la ayuda de grupos de Estados Unidos, Ministerio de Salud, Hospital Benjamín Bloom e instituciones nacionales como internacionales.

“Hasta la fecha hemos operado a más de 2,000 niños, generando cambios significativos y de impacto en cada una de las familias beneficiadas y como equipo reiteramos nuestro compromiso de brindar la mejor atención posible a cada uno de los pacientes. También, tenemos que cultivar los valores que son necesarios y tener participación. Todo el mundo participa aquí también, no hay gente chiquita, todo mundo tiene su participación”, expresó el jefe del Programa de Cirugía Cardiovascular, Guillermo Martínez.

Durante estos 20 años se han incrementado las habilidades del personal médico que forma parte del programa, el número de cirugías así como la complejidad de éstas, se cuenta además con equipo médico con tecnología de punta y, hoy en día, es considerado uno de los mejores programas a nivel regional gracias al apoyo de las fundaciones y asociaciones.

En los últimos 5 años se han operado anualmente a un alrededor de 150 niños y se espera con la ayuda de todos incrementar este número.

Todos los casos tienen en común que, la vida, es una bendición, algo que se debe cuidar y se debe luchar por ello.