¿Cuentas ovejas para dormir?

Hay noches en las no pegamos ojo. Vueltas y vueltas en la cama y nada, sin dormir…. Miras el reloj una y otra vez y no pasan las horas, el tiempo se detiene y solo piensas… ¡Mañana me va a dar algo! Lo intentas todo para poder dormirte antes, pero… Nada de nada, el estrés de la vida personal, del trabajo o quizás ese café de más, no te dejan dormir. ¿Te suena esta situación? Cada vez es más común, pero… ¿Qué puedes hacer en esas horas de en las que te cuesta cerrar los ojos para dormir?

El gran problema cuando no podemos dormir, es que estamos seguramente demasiado preocupado por algo, y esa preocupación no nos deja relajarnos y desconectar. No te levantes de la cama, no leas, no enciendas las luces, y quédate en la cama relajado. Intenta no pensar en nada y dejar tu mente en blanco, pero si ni con esas consigues pegar ojo, mira otros consejos como los que te damos.

  • Imagina un escenario. Piensa en un lugar que te sea familiar, y visualízate tú en ese lugar. Recuerda con detalle todo lo que hay en ese lugar sin abrir los ojos y deja llevar tu imaginación.
  • Aprende a respirar. Concéntrate en respirar, y ve disminuyendo el número de inhalaciones y exhalaciones. Enfoca tu mente y relájate. Nota como los latidos del corazón van disminuyendo y te vas relajando poco a poco hasta caer en el sueño.
  • Relájate corporalmente. Empieza a contraer y a soltar los principales músculos de tu cuerpo. Empieza poniendo en tensión tus dedos y ve soltándolos lentamente. Después los músculos del pie, para terminar por las piernas, los brazos y el cuello. Este ejercicio seguro que te ayuda a eliminar la tensión de tu cuerpo y a relajarte.
  • Haz planes. Piensa en cómo sería tu día perfecto. Imagínate despertando con ganas de comerte el mundo y haciendo todo lo que te propones. No seas demasiado detallista, no queremos desvelarnos, sino dormir.
  • Visualiza una meta. Proponte un objetivo que quieras alcanzar.
  • Mantén los ojos abiertos. Parpadea solo cuando sea necesario, pero intenta mantener los ojos abiertos. Seguramente consigas recordar algún momento importante de tu vida.

Seguro que alguno de estos consejos te sirve para poder conciliar el sueño, y sino… ¡A contar ovejitas!