La Corte Internacional de Justicia ordenó la suspensión de esta práctica para la temporada 2014-2015. No obstante, se vuelve a ésta argumentando «fines científicos».
Japón va a reanudar la caza de ballenas con «fines científicos» en el océano Antártico de aquí a fines de marzo del 2016, según indicaron los medios de prensa japoneses. La decisión fue adoptada el viernes y pone fin a una suspensión de la temporada de caza. (Vea: Batalla ante la Corte Internacional de justicia sobre la caza de ballenas )
Japón había sido obligado a renunciar a la caza de ballenas en el Antártico en la temporada 2014-2015 por una decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La agencia japonesa de pesca informó a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que iba a reiniciar la caza en el Antártico pero limitando el cupo de presas a 333, dos tercios menos que el cupo precedente.
Los defensores del medio ambiente de Australia rechazaron la decisión japonesa y pidieron al gobierno australiano que intervenga ante su par japonés.
Unos 6.800 rorcuales o pequeñas ballenas de Minke de la Antártida murieron entre 1987 y 2005 en el marco del programa Jarpa I, predecesor de Jarpa II. Otros 2.600 rorcuales murieron por la acción de balleneros entre 2005 y 2009.
Jarpa II autoriza la caza de pequeños rorcuales, de rorcuales comunes y de yubartas (ballenas jorobadas), aunque estas dos últimas especies estén consideradas en riesgo.
Tokio asegura que su programa, a menudo criticado por la comunidad internacional, es legítimo y científico, ya que su objetivo es demostrar que las poblaciones de ballenas pueden soportar una caza comercial sin estar amenazadas.