El Metropolitano Digital
Consternado. Así se presentó Salvador Sánchez Cerén, presidente de la República, ante el incremento «inusual» de homicidios en los últimos días, sobre todo, conmocionado por el asesinato de once personas en San Juan Opico el pasado jueves.
Sin cambiar los planes estratégicos que actualmente impulsa el gobierno en temas de seguridad, el mandatario notificó que se reunirá con la presidente de la Asamblea Legislativa, el presidente de la Corte Suprema de Justicia y el fiscal general, para analizar medidas extraordinarias en el combate de la inseguridad.
«Algunos han comunicado la necesidad de una declaratoria de emergencia, en ese sentido vamos a analizar junto a Tres Poderes del Estado la toma de éstas decisiones para ver qué medidas extraordinarias se puede tomar», expresó el mandatario.
Sostuvo que no habrá diálogo ni tregua con grupos criminales, al tiempo, informó que el asesinato de las once personas en Opico fue ordenado desde el penal de Izalco y Ciudad Barrios. Por ahora, se deducirán responsabilidades y no se descarta enviar a reos involucrados hacia el penal de máxima seguridad.
El presidente recordó a las telefonías que existe una ley que les obliga a bajar la intensidad de la señal en los alrededores de centros penitenciarios.
